Regresan las noches europeas al Palacio de los Deportes de Murcia

Interesante porque ya son menos los equipos que resisten en la competición. 16, la mitad. Los rivales contra quien toca jugar ya tienen nombres más reconocibles para la afición en este reto continuo que tiene la Champions por generar mayor atención (quizás no para el UCAM, a quien le ha tocado uno de los grupos, a priori, más asequibles) y la importancia de cada partido va en aumento. Como la anterior, esta del 'Top 16' es una fase de grupos, concretamente de cuatro de cuatro equipos cada uno, y en la que los dos primeros de cada grupo pasarán a los cuartos de final.

La diferencia entre ser primero y segundo de cada grupo también es notable. El primero se asegurará el factor cancha a su favor en los cuartos de final, que se disputarán, ya sí, en eliminatoria directa al mejor de tres partidos, en lo que será la antesala para la deseada 'Final Four', una para la que el UCAM, vigente bronce, es uno de los grandes favoritos por su condición de equipo de Liga Endesa en una competición de dominio español. Unicaja y Tenerife, campeón y subcampeón de la pasada temporada, también están en el 'Top 16', con el Manresa, el otro español, haciendo compañía a los canarios en el grupo K.

Con la vuelta de las noches europeas al Palacio también regresa la versión más ambiciosa del UCAM, que, cuando cambia Liga Endesa por Champions League, ambiciona su discurso al máximo nivel. «Tenemos varios objetivos durante la temporada, y uno de ellos es ganar la Champions League», decía ayer sin tapujos Jonah Radebaugh, gran protagonista del partido ante el Barça del domingo con sus 24 puntos y su triple para forzar la prórroga, en rueda de prensa.

«Ganar la Champions para nosotros es muy importante, todos somos conscientes y sabemos la importancia de esta ronda», decía el escolta en referencia a este 'Top 16'. Por el momento, el camino europeo del UCAM es idéntico al de la temporada pasada, cuando se estrenó perdiendo el primer partido para ganar los cinco siguientes y, entre ellos, arrebatar el liderato de grupo a su verdugo (entonces el Derthona italiano, esta vez el Manisa turco) ganando por más puntos de los que perdió y entrar en el 'Top 16' de manera directa.

Que el camino a seguir se mantenga igual es lo que ahora está en juego. Pero el bloque conoce el camino y la propia historia de la joven competición dice que cuenta con bastantes papeletas: en ocho temporadas ha habido cinco campeones españoles, tres subcampeones, cuatro bronces (dos del UCAM, en 2018 y 2024) y dos cuartos puestos.

Extranjero, que no extracomunitario. La principal diferencia entre el último UCAM de Champions de hace más de un mes y el de ahora es el encaje de piezas por convocatoria. Con las salidas de Arturs Kurucs y Vladimir Brodziansky y la llegada de Kaiser Gates, el equipo de Sito Alonso ha perdido un jugador de formación local y un comunitario y ha ganado un extracomunitario.

Y en el límite de jugadores formados en el propio país del equipo y los extracomunitarios está la gran diferencia con la Liga Endesa. Pese a que esta competición es europea, la Champions requiere cinco jugadores de formación local por convocatoria, es decir, uno más que la Liga Endesa. Antes, con una plantilla que excedía los doce jugadores, y como tenía seis cupos, Sito podía descartar a quien quisiera. Ahora, Kurucs, García, Todorovic, Diagne y Hakanson son intocables. Pero ese descarte no tiene que ser extracomunitario, también a diferencia de una Liga Endesa que permite un máximo de dos por partido. Caupain, Stephens y Gates pueden jugar juntos. Al menos, hasta que club y jugadores señalados convengan separar o mantener unidos sus caminos.

La primera piedra de toque del UCAM en este 'Top 16' será el francés Nanterre, que entró 'in extremis' en esta ronda después de haber sido segundo del grupo A con tres victorias y tres derrotas y llevar hasta el partido decisivo su 'play-in' contra el Oostende, fue tercero del grupo B.

Los franceses viven días complicados en su competición doméstica, pues son decimoterceros clasificados de un total de dieciséis equipos que tiene la Pro A francesa y han perdido más del doble de partidos (doce) de los que han ganado (cinco). Llega al 'Top 16' ha sido una bombona de oxígeno para el entrenador franco-portugués Philippe Da Silva, que está ante la difícil tarea de suceder en el banquillo a Pascal Donnadieu después de que este pasara 37 años en el cargo.