Demasiado Madrid para el UCAM

Sobre esta concesión construyó su ventaja el equipo blanco, dirigido hoy por el asistente Chus Mateo -Laso es uno de los positivos en covid del Madrid, que además de Heurtel se enteró esta mañana del de Causeur-, pues Poirier fue hoy titular y anotó diez de los primeros 19 puntos de su equipo (10-19, minuto 6). Unos primeros minutos en los que el UCAM se mostró muy incómodo, sobre todo a través de Taylor, que volvió a hacer un partido gris en uno de esos días marcados muy en rojo en el calendario. De hecho, el otro gran problema del UCAM fue la marca sobre el base Williams-Goss, que hizo en Murcia su mejor partido como jugador blanco -18 puntos y 24 de valoración-, con una gran selección de tiros y toma de decisiones que contrastó mucho con la actuación de su par, Taylor, que encestó 16 puntos, pero con muy malos porcentajes y cosechando la mitad de los mismos cuando la victoria estaba totalmente teñida de blanco.

Su dirección fue de los primeros aspectos a intentar enmendar por Sito, que con un triple cambio con el que dio entrada a Bellas, McFadden y Czerapowicz cambió la cara de su UCAM, más descarado en ataque (17-25, final del primer cuarto). Y, mejorado el ataque, llegó el momento de dar un paso adelante en defensa, uno que, justo sea decirlo, también se dio con el descanso de Poirier, y es que sus tiros de media distancia pasaron de ser una oportunidad a tener en cuenta, a algo que buscar por los de Mateo. Una canasta algo afortunada de Czerapowicz acercaba a tres puntos al UCAM, más de lo que en ningún momento volvería a estar (24-27, minuto 12), pero un tiempo muerto visitante devolvió el golpe con un parcial 0-7 y, tras un segundo cuarto en el que los murcianos tuvieron que lamentar el abandono por lesión de Rojas -un resbalón le dejó dañada la rodilla y, al volver, se resintió-, los blancos ampliaban mínimamente su diferencia pese a la mejora en sensaciones locales (35-45, descanso).

Decidió Mateo no dar la titularidad de la segunda parte a Poirier y, pese a que su descanso implicaba la presencia en pista del gigante de 2,22 metros Tavares, el UCAM desplegó un juego de mayor confianza. Esto se dio, sobre todo, gracias a Lima, que volvió a hacer un partido muy maduro con ocho rebotes -seis en ataque-, faceta en la que destacó especialmente en el tercer cuarto para las segundas y terceras oportunidades de su equipo en un arranque de segunda parte mucho más intenso que el Real Madrid.

Sin embargo, si hubo un momento en el que la actuación arbitral generó suspicacia, fue posiblemente en estos momentos, donde daba la impresión que los contactos eran merecedores de falta según el aro que se atacaba, y no tanto la dureza. Así, siguió siendo muy difícil mirar más de cerca al Madrid (42-53, minuto 26), pese a los esfuerzos de Lima que aguardaba los tiros de sus compañeros desde lejos para llegar en carrera al rebote, y menos si Poirier mantenía su nivel de inspiración a su ingreso en pista (52-59, final del tercer cuarto).

El UCAM mantendría siempre cierto espíritu combativo ante el líder de la Liga Endesa, pero nunca llegó a hacerle temblar por su victoria. Sito insistiría con Taylor, pues es un jugador que en cualquier momento puede aparecer, pero su lenguaje corporal era más bien el de un hombre derrotado, y sobre el que Williams-Goss continuaba produciendo puntos directa o indirectamente para su equipo, demostrando categoría en una temporada de adaptación muy paulatina a la disciplina blanca para él.

Su sociedad con Poirier, que ya también hacía daño atacando el aro desde cerca, le dio al Real Madrid una máxima ventaja de trece puntos a ocho minutos del final (54-67), motivando un penúltimo tiempo muerto de Sito con que su equipo reaccionó atacando dos canastas seguidas… y siendo detenido al momento por el entrenador visitante.

No había relajación posible en un Madrid que tiró de la veteranía de Llull para cerrar el triunfo, mientras Taylor arañaba algunos puntos y aún había tiempo para el póster del partido, un tremendo mate de Davis con la mano izquierda sobre la marca de Tavares, que, además, le hizo falta (71-80, final).

Cayendo derrotado ante un Madrid al que le dan igual las bajas -y que perdió en pleno partido a Alocén y Rudy-, el UCAM mantiene sus opciones coperas con la misma distancia que hace una semana, pero con una jornada menos por disputarse. Con ocho triunfos y seis tropiezos, finaliza la decimocuarta jornada en quinta posición con una victoria y el 'basket-average' de ventaja sobre el noveno, con siete triunfos. Mantener o ampliar esta distancia dependerá de los tres partidos que quedan: visita a un Gran Canaria con siete triunfos, recibimiento al Tenerife, que lleva ocho igual que el UCAM, y, por último, salida a Zaragoza, con su equipo fuera de la pelea copera.

Eso sí, a tener en cuenta los porcentajes de victorias: el Manresa, sin jugar, adelanta en la tabla al UCAM con ocho triunfos y cinco derrotas mientras vive un brote de positivos por coronavirus.