Kurucs se despide y revive el debate de las salidas pagadas
El Baskonia ha pagado al UCAM entre 250.000 y 300.000 euros por el letón, que se va diciendo que Murcia «siempre va a ser mi casa»
Cuando Rodions Kurucs llegó al UCAM en septiembre de 2023, lo hizo «como un niño sin confianza». Tenía 25 años, pero ya había pasado por ... nueve equipos profesionales y cinco países. Había jugado en la Euroliga y la NBA, donde empezó despuntando en Brooklyn, pero terminó por convertirse en moneda de cambio hasta su regreso.
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En Belgrado, Zeljko Obradovic le descubrió las bondades del poste bajo, pero no consideró que su Partizán le necesitara en la Euroliga. Un Betis en descenso se deshizo de él a mitad de temporada y, aunque remontó el vuelo en el Estrasburgo, fueron Sito y el UCAM quienes le devolvieron al primer nivel.
Así lo agradecía a club y ciudad ayer en las redes sociales el propio Kurucs en un vídeo de despedida de dos minutos íntegros de narración, dando «muchas gracias por creer en mí».
Una cláusula asequible
Cuando un jugador sale del estrellato, pero aún no ha alcanzado su madurez deportiva, siempre puede volver. El UCAM lo sabía y, visto lo prometedor de sus primeros meses, le renovó hasta 2026. Un contrato con cláusulas de salida a una Euroliga a la que el jugador siempre quiso volver (apenas jugó cinco partidos antes de ir a la NBA, 65 menos que su hermano Arturs).
Unas siempre asequibles. Y es que una de las grandes bazas que juega el UCAM para fichar a jugadores de potencial está en facilitar su salida al siguiente nivel. El club universitario se ha construido una fama de proveer un ambiente propicio que actúe como trampolín. No lo hace gratis, pero, si dificultara las salidas, no aspiraría a convencer a jugadores y agentes que miran por el largo plazo y perdería esa reputación de entorno favorecedor que le diferencia de clubes de similar estatus.
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Que la cantidad entre 250.000 y 300.000 euros que paga el Baskonia al UCAM no es un riesgo financiero para el club vasco no es un secreto. Que, si hubiese tenido que pagar más, seguramente Kurucs no fuera jugador baskonista, tampoco. Pero que, de ser más codicioso Gómez seguramente el letón tampoco hubiese sido universitario, más seguro aún.
En este caso, la salida del 'animal más fuerte del mundo' no ha llegado por cláusula, pues expiró el 1 de julio, sino por un traspaso de un coste 50.000 euros superior a lo que establecía esta. Pero, si el UCAM se dedicara a entorpecer operaciones como esta, Gómez sabe que, ni Kurucs habría venido a Murcia, ni los que confiaron antes ni los que confiarán después habrían tenido ni tendrán al UCAM por delante de otros rivales de mercado.
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