La esencia de Las Colinas, captada por el cineasta Joaquín Carmona

Los empleados de Las Colinas Golf & Country Club disfrutan desde hace cinco años de un vídeo corporativo que la empresa prepara y encarga con suma profesionalidad para felicitar la Navidad. Y este año no ha sido diferente. Una mensaje de consumo interno primero –lo visualizó empresa y plantilla este pasado 13 de diciembre– para distribuirlo después –a partir del 24– en abierto y por diferentes canales.

Es finales de noviembre. Victoria Meseguer, la técnico de Marketing de Las Colinas está a pie de rodaje con el equipo que se ha desplazado durante dos jornadas consecutivas a la instalación alicantina para grabar el vídeo de 2024. Un lugar que a los profesionales de la imagen les resulta ya familiar porque ya estuvieron involucrados en el pieza audiovisual de 2023. Victoria tiene dispuesta la escaleta de grabación con sus horarios y tomas; con las necesidades y atrezo preciso. Incluso ha cedido sus manos para un plano de cuidado facial.

Ella fue la que se puso a investigar si algo así se hacia en otros campos. «Y no. No hay otra instalación que haga un vídeo de manera anual (...). Para nosotros es ya una tradición que se remonta a 2019 y que resulta muy bonita de planificar y luego de disfrutar». Meseguer asegura que «en la grabación se implica todo el mundo; desde el director de Operaciones al último 'marshall'».

Con 10 años escribió una obra de teatro sobre la Navidad. Lo recuerda perfectamente porque encontró aquel 'viejo' guión hace un tiempo. Y con aquellas páginas perfectamente organizadas le vino a la cabeza los divertidos recuerdos que atesoraba de aquellas tardes de sábado grabando con aquellos amigos de entonces, para luego «hacer el montaje en casa. La banda sonora (ríe) era la música que salía de un cedé», precisa Joaquín Carmona Hidalgo (Murcia, 1981) y que él hacía sonar a la par que se ejecutaba la imagen.

Aquellas adolescentes ganas de narrar sus propias historias cuentan con un gran aliado. Una cámara de vídeo que entró en su casa, como lo hizo en muchos hogares españoles, en aquella época. «Era negra, con una gran asa y de un tamaño importante –asegura Carmona–. O así me lo pareció a mi con aquella edad». En realidad su padre se la enseñó recién comprada al llegar a la tienda de bicis del abuelo Salvador, donde el joven Joaquín pasaba las tardes de los fines de semana. 'Bicicletas Hidalgo' en el barrio del Carmen, para más señas. Un lugar de referencia para los amantes de las dos ruedas y de las vespas, porque «mi abuelo fue el primero en traer los modelos de la marca española a Murcia». También en cuanto a ciclomotores porque contaba con una segunda tienda de motocicletas. Que la tienda de bicis estuviera muy cerca del cine Coliseo no presagió lo que supondría para Carmona después el celuloide en su vida. «Entonces era un lugar al que me mandaba mi abuelo cuando le daba mucho el follón. Yo era un chaval inquieto», confiesa a sus 43 años este director de cine que mantiene hoy la misma inquietud y curiosidad de entonces por todo lo que le rodea. En aquel cine vio 'Apocalypse Now'. «Fue la última película que proyectaron en la sala. Una versión extendida que duraba una hora más» de la cinta inicialmente comercializada. Y nos da más detalles. Porque Carmona recuerda cada película que ha visto, dónde, en qué butaca y con quién. «'Seven' me marcó mucho», nos confiesa. Fue la película donde escuchó por primera vez un aplauso espontáneo del público. Sucedió «en el cine Rex, en la primera fila y tendría unos 14 años». Años después, otro aplauso espontáneo sería el que recibiría también –para su satisfacción personal– su primer largometraje 'Últimas Voluntades', que estrenó diez años después de haberse propuesto llevar a cabo esta película. Su ópera prima se mostró al gran público en junio de 2023. Y era 2014 cuando urdió llevar esta historia a la gran pantalla. 1.600.000 euros de coste y una subvención de «100.000 euros», resume con cierta ironía.

No se desesperó en esa década de 'espera'. De hecho «el paso de esos años me hicieron madurar como profesional y también detrás de la cámara», asegura; y es que mientras 'Últimas Voluntades' se cocía a fuego lento, ha rodado prácticamente de todo con la productora murciana Biopic Films de la que participa. Campañas para marcas como ElPozo, Luzil, Auxiliar Conservera, Jake, Tombalaire, JNG Bio, Zambú, La Niña del Sur o Smöoy, entre otros. «He realizado y/o producido videoclips para grupos como Second, Funambulista, Varry Brava, Lady Ma Belle, Viva Suecia o Andrés Suárez», recuenta en voz alta mientras está pendiente de las tomas que se están grabado para el montaje final del vídeo de Las Colinas. Es el segundo año consecutivo que se encarga de este trabajo. Aunque no es su primera inmersión en el sector del golf. También he grabado «hace unos años para La Manga Club y Golf Altorreal».

Para Javier Rodríguez, el directo de Operaciones de Las Colinas Golf & Country Club el producto final conseguido como vídeo corporativo «transmite lo que pretendemos ser. Un destino en el que puedes realmente disfrutar, sin duda, del golf y de la gastronomía, pero sobre todo del bienestar familiar ('lifestyle') que impregna Las Colinas».

Carmona no se ha 'impregnado' realmente de golf hasta ahora. Ha sido durante el rodaje del pasado noviembre cuando entre plano y plano se soltó (no le costó mucho, la verdad) para coger un palo entre las manos y comenzar a cimbrear el cuerpo. Porque ¿por qué no? «Tengo una opinión del deporte maravillosa. Reconozco que yo sigo mucho el fútbol (jugó de media punta cuando vistió de pantalón corto) y el tenis –su corazón se mueve entre el Real Murcia y, Carlos Alcaraz y Rafael Nadal– pero todas las disciplinas tienen mis respetos», asegura a LA VERDAD, para continuar diciendo que «el golf me parece un deporte sano y maravilloso, que se vive con pasión». Su primer contacto le estimuló. «No creí que fuera ¡tan mental!», algo que sorprendió gratamente a este cineasta, pero también profesor en el centro Cesur Murcia Audiovisual FP, porque su pasión por la imagen también llega a la enseñanza. No fue el único que se picó con los palos de golf. Lo hizo el equipo de rodaje al completo. Cuatro de cuatro. Jonatan Sánchez, el técnico de dron; Antonio Martínez, el realizador y el director de fotografía, Javier Lara, que apunta maneras y eso a pesar de que se manejó con un palo de diestros siendo zurdo. Todos ellos se quedaron con ganas de más, así que quién sabe. Quizás la próxima vez que vuelva el equipo a un campo de golf se ponga a rodar... bolas. Las suyas.