El Orihuela CF recurre a titulares la última media hora para ganar y ser cuarto gracias a un gol del Estepona

El sorteo por el ascenso a Primera Federación, con el Orihuela CF ahora cuarto clasificado de grupo, enfrentándose por ello a un tercero (Logroñés, Zamora, Badalona o Numancia B) en vez de a uno de los cuatro subcampeones de haber sido el quinto, es hoy en la sede de la Real Federación Española de Fútbol en Madrid.

Y más importante es que hoy en Orihuela y la Vega Baja se siente algo mucho más transcendental para la entidad que preside Eloy Moreno: la pasión por el fútbol regresó a Los Arcos.

Ayer al mediodía, en unos graderíos sin cobertura ni defensa frente a las inclemencias meteorológicas, más de 2.000 aficionados acalorados por la solanera sufrían expectantes cuando el Betis B marcó un gol (1-0) al Estepona, mientras que el equipo que entrena Sergi Guilló conllevaba la remontada hasta el empate de los onubenses (2-2).

Fue manifiesta demostración de inexperiencia minimizar la trascendencia deportiva que posee el conseguir la quinta o la cuarta posición en la liga regular. Porque a los quintos clasificados los sortean esta mañana con los subcampeones, mientras que a un cuarto le toca en el sorteo un tercero. Recordar aquí que hubo quien llegó a manifestar que daba lo mismo terminar en un puesto que en otro en la fase de la competición que terminó ayer.

Pero nada más y nada menos que estaba en juego mejorar la clasificación final que te otorga ventajas o te castiga con desventajas, casi insalvables, para la fase por el ascenso a Primera RFEF.

Con empate (2-2) al descanso después de haber ido ganando (2-0), frente al San Roque de Lepe ayer en Los Arcos, quedaba toda una segunda parte por delante para evitar el fracaso y la gran decepción que suponía el haber quedado como quinto clasificado.

Porque casi nadie pone en duda ya hoy, por los resultados, por la calidad demostrada por los futbolistas, y por las remontadas espectaculares y abrumador dominio sobre los rivales después de ir perdiendo en algunos partidos, de que hasta existieron opciones deportivas, desde que en enero llegaron a la plantilla los 7 refuerzos con futbolistas que incorporó el presidente, Eloy Moreno, para que el Orihuela CF hubiera terminado al menos en la tercera posición.

Y sirva como prueba, del mayor potencial escorpión desde enero, que el tercero es el Marbella (56 puntos por 54 del Orihuela), cuando el equipo que dirige Sergi Guilló ha perdido 5 puntos si contamos sólo el grave tropiezo con derrota hace 15 días con el Linense (1-2) en Orihuela, más el empate sin goles (0-0) del pasado domingo en Cartagena con un débil Racing Mar Menor, que en la segunda parte apenas cruzó el medio campo.

El Orihuela sería hoy tercero de grupo, y se enfrentaría a un cuarto con las ventajas que otorga ser tercero sobre los cuartos, a poco que hubiese hecho mejor sus deberes. Porque tan sólo en sus dos últimos partidos perdió hasta 5 puntos -se quedó a 2 del Marbella, tercer clasificado- sin contar otros tropiezos como la anterior derrota en un partido para olvidar bajo la lluvia con el Manchego en Ciudad Real.

Recordemos que son dos las ventajas que la Real Federación Española de Fútbol otorga a un tercero sobre un cuarto. Primero, el mejor clasificado gana la eliminatoria sin penaltis si tras la prórroga en el último partido se mantiene empatada. Y además, de haber quedado tercero el Orihuela CF, el premio de jugar el partido de vuelta en Los Arcos con el aliento incondicional del Frente Eskorpión, con su infatigable bombo y su entusiasmo, comandando a más de 4.000 aficionados apoyándole desde las gradas.

Además de los titulares que había en el banquillo y otros titulares incluso no convocados por decisión del entrenador, Sergi Guilló, quien había manifestado en rueda de prensa que los reservaba para la promoción de ascenso, el Orihuela comenzó el partido de ayer ante el San Roque de Lepe con el portero Mirko Pagani (con Aitor Arias, el titular, en el banquillo); protegido por Jaime Escobar, Ascha, Fran Martínez y Goyo como cuarteto defensivo, con Goyo sumándose al ataque con su velocidad y atrevimiento por la banda izquierda.

Por delante de la línea de cuatro zagueros, el técnico ilicitano ordenó situarse a Camacho y Alui, dos pivotes con misiones de favorecer la salida al balón en los momentos de posesión; completaban la medular los veteranos Brian por la derecha y De las Cuevas por la izquierda, como siempre con calidad técnica y astucia táctica innata; además del goleador Florián y Sebas, más adelantados.

El árbitro Jaime Muñoz Moreno, del Colegio Madrileño, perfectamente auxiliado por Juan Manuel Lara y Mateo Charle, con Juan Carlos Maqueda como informador de la Federación, ofreció una actuación impecable, de principio a fin.

Con el pitido inicial, el Orihuela comenzó a llevar la iniciativa ofensiva sobre el césped -como si jugase con piezas blancas en una partida de ajedrez- perfectamente comandado por Camacho gracias a la verticalidad de sus pases en profundidad y pases a los espacios vacíos. Secundado por la veteranía y la calidad de Brian y De las Cuevas, junto con las veloces incursiones de Goyo por el carril izquierdo.

Antes de cumplirse el primer gol, ya en el minuto 1, los aficionados escorpiones disfrutaron de las dos primeras llegadas al área rival del Orihuela CF, irreconocible en comparación con partidos anteriores donde apabulló y encerró en su área a sus rivales demasiado tarde, y en ocasiones sólo cuando perdía como con el Águilas (0-1) o (0-2) con el Linense, atacando con osadía y a tumba abierta, sin miedo a recibir goles porque, lógicamente, temía perder y nada tenía más tenía que perder, sino mucho que ganar, si conseguía goles.

Hizo valer el Orihuela CF una de las máximas cruciales en el fútbol para conseguir victorias tras victorias: «Por tus primeras acciones con balón y primeros movimientos sin balón, con plena concentración, agresividad y osadía, el rival debe pensar y sentir que pierde el partido».

Primero una veloz incursión de Goyo por la izquierda con pase al centro del área que nadie pudo finalizar. Y apenas unos segundos después, antes de cumplirse el primer minuto, tras robar De las Cuevas un balón en el centro del campo, pase a Goyo y otra veloz incursión de las suyas por la izquierda, superó a un defensor, para crear pase al punto de penalti.

Florián se elevó magistral -recordando al legendario Santillana (Real Madrid)- volando a la caza del balón lanzado por Goyo desde la izquierda. El balón se estrelló en el travesaño y muy atento al rechace, el veterano Brian, anticipándose a los defensores, recogió el balón. Pero el tiro, por su cuerpo en posición forzada entre los dos centrales, le salió desviado por encima de la portería.

Con Brian, como protagonista sobre el césped, cabe reseñar que antes de iniciarse el partido, el presidente Eloy Moreno le entregó una camiseta con sus 230 partidos con el Orihuela CF, además de una placa de reconocimiento por su fidelidad, además de ser uno de los capitanes, de la plantilla varias temporadas en Tercera y Segunda B.

Fueron dos avisos que anunciaron los dos madrugadores goles del Orihuela. Porque en el minuto 8, De las Cuevas pasó en profundidad a Brian dentro del área. Fue derribado por Fran Ávila. Y el penalti tirado magistralmente por De las Cuevas, engañando al buen cancerbero Serrano, inauguraba el marcador (1-0).

De seguido, con dominio total del Orihuela a por más goles, mostrando atrevimiento, en el minuto 11, primero Ascha a tiro de Seth Vega y unos segundos después Jaime Escobar, tras tiro de cerca de Diaby, despejaron desde la línea de portería sendos balones con el guardameta ya superado. Dos sustos, en sendas acciones aisladas de los onubenses.

Sin embargo, Camacho, con la verticalidad de sus pases en profundidad, secundado por desmarques de ruptura de Brian, De las Cuevas y Sebas, más Goyo con sus incursiones por la izquierda, empujó y obligó a replegarse otra vez a los rivales para proteger su área.

En el minuto 14, Camacho generó otro pase en profundidad por el centro hacia el área y De las Cuevas, en su primer mano a mano frente al portero, tiró y Serrano desvió con la punta de los dedos evitando el gol.

Y llegó el minuto 16 y el gol escorpión: Alui recupera una vez más un balón en medio campo y pasa a Camacho para que tras veloz control pase a Brian, éste repite con velocidad control y pase en profundidad para el veloz desmarque de ruptura, por el pasillo central, del delantero Sebas. Veloz y precisa fue su conducción hasta la frontal, perseguido por tres defensas, con tiro sobre el césped desde la frontal del área para superar por bajo al portero, recordando el segundo gol de Vinicius al Bayer.

Después, Florián lanzó un balón desde casi cuarenta. Pero Serrano despejó espectacularmente cuando ya se cantaba el tercer gol. Y el minuto 28, De las Cuevas, en un mano a mano con el portero, no marcó porque Serrano le adivinó la trayectoria y despejó como pudo para evitar el gol.

Los escorpiones habían marcado dos goles (2-0), De las Cuevas de penalti y Sebas en una acción individual al contraataque, con dominio y veloz fútbol ofensivo, con atrevimiento y creatividad. Y habían dispuesto hasta de otras tres clarísimas ocasiones de gol, con intervenciones felinas del guardameta que evitó un contundente (5-0).

Sin embargo, en dos jugadas aisladas pero veloces de los gaditanos, y fruto de una escasa intensidad defensiva escorpión, el San Roque empató (2-2): gol de Abreu en el minuto 23 tras pase en profundidad por el centro de Seth Vega y gol de Seth Vega desde fuera del área tras asistencia de Zaka.

¡Y a Dios gracias! Pues la reacción visitante igualando el marcador con dos goles fue un mal menor para los escorpiones. Porque a un minuto del descanso, el portero Mirko evitó que el San Roque se adelantara en el marcador (2-3) con un tiro de Jacobo, tras ser sorprendido el equipo que dirige Sergi Guilló en el lanzamiento de falta desde la frontal del área.

Astuto fue Abreu. Dispuesta la barrera local, en vez de tirar directamente el balón a la portería, en un alarde de inteligencia, sorprendió con pase en corto hacia dentro del área. Y otro despiste adicional. Falta de atención en el marcaje y desmarque de Jacobo para plantarse solo ante el cancerbero, el debutante Mirko Pagani.

Sin embargo, temiendo ya lo peor los aficionados en las gradas, la remontada gaditana con el (2-3), el portero hispanoargentino evitó el gol visitante. La felina estirada y su mano izquierda desvió el balón que se marchó fuera de la portería. Saque de esquina que sin duda fue un mal menor. Fue un tremendo susto en las gradas y en el banquillo local antes del descanso.

Con el empate (2-2), en la segunda parte, el joven entrenador ilicitano no tuvo más remedio que recurrir a varios de los titulares que había reservado, sentados con él en el banquillo. En el minuto 60 entró el goleador Revilla y el mediocampista Booker, y en el 68 entraron el siempre peligroso Hamza y el defensa central Mendi.

Y a partir de ahí los escorpiones, sobre el tórrido terreno de juego de Los Arcos, pusieron toda la carne en el asador, en la última media hora con toda la pólvora ofensiva sobre el césped, al verse obligado el entrenador Sergi Guilló a sacar del banquillo a titulares que pretendía reservar para el primer partido por el ascenso.

Con mayor dominio escorpión, por las incursiones de Hamza por la derecha y de Goyo por la izquierda, más la dirección y empuje de Booker y Brian, y la contundencia de Revilla, quien entró por Florián ya en fatiga por su gran derroche físico, los amarillos volvían a rondar la portería magistralmente defendida por el cancerbero Serrano.

Buscaba el Orihuela el gol de la victoria para sumar tres puntos, si quería arrebatar al Betis B la cuarta plaza para la fase de ascenso, siempre que el Estepona empate en Sevilla. Pero llegó el gol del filial Bético (1-0) en el minuto 62. En el minuto 68, el gol de la victoria del Orihuela (3-2) marcado por De las Cuevas al aprovechar un genial pase en profundidad al área de Alui. Pero faltaba la guinda: el gol del empate del Estepona.

Por fin el atrevimiento en ataque del Orihuela, porque es cierto que ha creado muchas más ocasiones claras de gol en los tres últimos partidos, obtuvo su recompensa: Expósito, en el minuto 81, marcó el providencial gol del Estepona (1-1) que al término del partido otorgó al conjunto escorpión la cuarta plaza del grupo, en detrimento del filial del Betis que este lunes en el sorteo deberá ser emparejado con uno de los potentes cuatro subcampeones, esto es, el Pontevedra (grupo 1), Barakaldo (grupo 2), Europa (grupo 3) y UD Sanse (grupo 5).

Destacar que en el minuto 75, Hugo Gilabert, jugador del Benferri, equipo filial del Orihuela, entró al campo por el defensor Escobar. Tuvo en su debut una clarísima ocasión de gol, a cinco metros de la portería tras dos geniales regates de Hamza en el área, pero su tiro se estrelló en la pierna de un defensor. De haber tirado hacia arriba, en vez de abajo donde había tres defensas protegiendo la línea de portería, tal vez hubiese marcado el cuarto gol escorpión en su debut con el primer equipo.

Y hasta el pitido final reinó la emoción ayer en Los Arcos. Ya en el tiempo adicional, minuto 92, el guardameta Mirko Pagani se lanzó con valentía a los pies de Abreu situado a cinco metros de su portería, recibiendo el cancerbero un golpe en la cabeza que le dejó tendido sobre el césped. Pero apretaba en sus manos el balón que había arrebatado al atacante cuando ya se disponía a tirar y muy probablemente marcar el gol del empate que hubiera dejado al Orihuela en la quinta posición de su grupo.

Siendo el Orihuela CF ahora ya cuarto clasificado, como mal menor, posee una ventaja: ser emparejado a un tercero, en el sorteo de esta mañana, en vez de a los segundos y subcampeones. Y será mayor la ventaja para los escorpiones, en la segunda eliminatoria cuando superada la primera, si el sorteo le enfrenta a un quinto clasificado.

El Orihuela como cuarto en su grupo 4 de Segunda RFEF, contra un quinto en la segunda ronda, es el equipo presidido por Eloy Moreno el que asciende a Primera Federación, sin lanzamiento de penaltis, si entre ambos persiste el empate tras la prórroga del partido de vuelta.

Y otra ventaja para el Orihuela CF: el partido de ida se disputaría en el campo del quinto clasificado y el de vuelta y decisivo en Los Arcos por la mejor clasificación oriolana como cuarto de su grupo.

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