Un Jimbee muy coral logra su primera victoria a domicilio

Al Jimbee no se le notó para nada la resaca de estar 17 días sin competir, primero por el parón de selecciones y luego por los dos citas aplazadas contra el Movistar Inter y el Valdepeñas. Los de Duda salieron en manada en Zaragoza. Con personalidad y posesión, dominaron y sometieron a su rival, limitado a mantener la concentración defensiva. Los de David Marín pasaron toda la primera parte en su rancho, sin sustos a Chemi salvo alguna escapada muy puntual de Javi Alonso y Retamar.

Los cartageneros, dueños del juego, de la bola y sin pasar apuros, subieron el 0-1 al marcador en el primer minuto. Luçao, un chico muy fogoso, superó por debajo de las piernas a Bernad. En otra jugada trenzada y veloz, Waltinho tiró a la media vuelta. Y en otra de estrategia, el pívot brasileño apretó al portero del Zaragoza con una volea al servicio de su amigo Franklin desde la banda. Movió y circuló bien el balón el Jimbee. Tras una media docena de ocasiones, el 0-1 se quedó corto al descanso.

En la segunda parte, el Jimbee mudó de piel para ajustarse al partido: dio un paso al frente el Zaragoza, totalmente incisivo y ya volcado hasta el pitido final. Lejos de arrugarse, los cartageneros hicieron un buen trabajo colectivo de solidaridad, para encomendarse a las paradas de Chemi y matar el encuentro al contragolpe.

Doblete de Luçao

Mellado hizo el 0-2 en uno de ellos. Era el minuto 25 y con un mundo por delante el Zaragoza fue incapaz de superar a Chemi. El mazarronero lo paró todo y no lo detuvo ni la molestia física sufrida en la rodilla. En el 32, de hecho, un balón largo suyo lo pinchó con calidad Waltinho para servirle en bandeja a Luçao el doblete. Antes, Juanpi perdonó un mano a mano.

Con Javi Alonso como portero-jugador, el Jimbee lo pasó mal pero no concedió ni un gol en contra. Hasta Chemi le sacó a Villanueva un uno contra uno y el correspondiente rechace. En los últimos segundos, a portería vacía, Franklin marcó el 0-4 desde su campo. Primero elaborado y luego punzante y efectivo. Un triunfo coral y completo para el Jimbee, que estrena el casillero de victorias a domicilio.