Una copa que consolida la revolución

La delantera Helena Torres es una de las mejores futbolistas murcianas de la historia. Con experiencia en Primera División en el Albacete, el Sevilla y el Deportivo, acaba de terminar su contrato con el Alhama, donde ha sido una jugadora fundamental durante cuatro temporadas y se ha convertido en la máxima goleadora en la historia del club junto a Marina Martí. Se recupera de una grave lesión de rodilla y en diciembre espera estar «al 100%», para poder firmar por «un buen equipo» en el mercado de invierno y retomar su carrera.

Ella viene del barro. Sabe lo que es jugar con niños desde que empezó con 5 años en el CD La Alberca y conoció la peor cara del fútbol femenino, la de la incomprensión y los comentarios maliciosos. Por eso valora tanto lo conseguido. «De los 5 a los 10 años jugué con niños porque no había equipos femeninos. Hay clubes en Murcia que hasta hace poco solo tenían un equipo femenino y ahora tienen tres o cuatro. Está el caso del Alhama, donde el referente del pueblo es el equipo femenino. Cada vez se ve esto más en muchos pueblos o barrios. Y el otro día en la final no solo estaban las niñas pendientes de la selección femenina. También vimos a muchos niños. Yo no tuve referentes en el fútbol femenino. Mis ídolos eran hombres porque a las mujeres no las veíamos. Ahora se ha visibilizado el fútbol femenino y las niñas tienen como referentes a Alexia Putellas, Olga Carmona, Jenni Hermoso o Aitana Bonmatí. En adelante seguro que sube el número de niñas que se apuntan a fútbol», explica Torres.

La atacante murciana es de las que cree que «aún queda por hacer». Y le parece «clave» huir de las «cosas que dicen que nosotras pedimos y realmente no pedimos». Porque «en ningún momento las futbolistas pedimos cobrar lo mismo que los hombres. Lo que sí reclamamos es un mínimo, que en el caso de los hombres en Primera es de 150.000 euros al año y en el de las mujeres es de 16.000. A partir de ahí, que nos dejen crecer y seguro que seremos capaces de generar un buen volumen de negocio», entiende la jugadora murciana.

Alicia Burillo (Tomelloso, 37 años) es la coordinadora y entrenadora del Real Murcia Femenino. «El beso de Rubiales le ha quitado protagonismo a este triunfo, pero a la larga se impondrá lo importante: es un éxito sin precedentes en la historia del fútbol. Hablamos de que la selección jamás había pasado la fase de grupos de un Mundial y ha sido capaz de ganar este. El futuro que nos espera es brillante. Somos campenas del mundo sub-17, sub-20 y absoluta. Esto es imparable y nos indica la cantidad de buenas jugadoras que tenemos», dice.

«A nivel de base hasta hace muy poco nos costaba mucho encontrar entrenadores cualificados. Se puede decir que nos llegaban los que no valían para el fútbol masculino. A veces había que tirar incluso de técnicos sin cualificación. Esto en los últimos años ha cambiado. Y luego está la mirada de la gente y de los padres. Esta semana me llamaba una madre para inscribir a su hija, de 17 años, en nuestra escuela. Su padre nunca la había dejado jugar al fútbol y ha estado siempre en el baloncesto. Tras la final del domingo, decidió jugar al fútbol», cuenta Burillo.

En la Región de Murcia hubo 3.339 chicas federadas entre fútbol y fútbol sala en el último curso, según los datos de la FFRM. Es un 20% más que el curso anterior, aunque es una cifra que aún está muy lejos de deportes como la gimnasia rítmica y el baloncesto.

La de Murcia es la tercera comunidad de España en la que las mujeres practican menos deporte. Solo Extremadura (14,4%) y Andalucía (16,8%) empeoran el dato de nuestra Región, donde solo un 18,4% de mujeres hacen deporte de manera habitual, según los datos de la última Radiografía del Deporte Femenino en España, un estudio realizado por el Observatorio del Deporte Femenino de la Universidad Francisco de Vitoria y el Women's Sports Institute.

El mismo estudio señala además que la presencia de mujeres en los cargos de responsabilidad y gestión deportiva es muy deficiente. No llega al 5%. Alicia Burillo, coordinadora del Real Murcia Femenino, constata que «hace falta formar más entrenadoras y una mayor implicación de todos» para conseguir que el fútbol femenino crezca en la Región.