Tina Modotti, la artista que habitó en el corazón de la tormenta

Hasta el próximo 3 de septiembre, el espacio fotográfico internacional KBr, que gestiona en Barcelona la Fundación Mapfre, acoge la muestra 'Tina Modotti', la más completa exposición que hasta la fecha se le ha dedicado a esta artista-fotógrafa y revolucionaria-militante antifascista. Exposición que ha sido comisariada por Isabel Tejeda, catedrática de Escultura de la Facultad de Bellas Artes Artes de la UMU y colaboradora de instituciones artísticas como el 'Reina Sofía'. Una muestra, integrada por cerca de 250 fotografías, que incluye materiales documentales, una de las películas que Modotti protagonizó en Hollywood y algunas obras de Edward Weston. Posteriormente emprenderá una gira cuya primera parada será en París, en el centro para el arte contemporáneo Jeu de Paume.

Modotti «habitó durante casi toda su existencia en el corazón de la tormenta», indica Isabel Tejeda –Premio Juana Francés a su labor en el campo de las artes plásticas y visuales, entre otros reconocimientos–, a propósito de una figura cuya vida «está atravesada por algunos de los hechos históricos mundiales más importantes de los años 1920 y 1930, de los que fue partícipe y en algunos casos protagonista». Entre otros, destaca Tejeda, «la emigración económica de europeos a América en el cambio de centuria, el nacimiento del cine mudo en la costa oeste de los Estados Unidos, el agrarismo posrevolucionario en México, el muralismo político, la reivindicación de la cultura indígena mexicana, la pugna entre estalinistas y trotskistas tras la Revolución de 1917, el Socorro Rojo Internacional (SRI) o la Guerra Civil española».

Desde una perspectiva creativa», explica la comisaria, «encontró su propio lugar en la batalla entre el formalismo y el arte comprometido como reflejo y parte de la realidad social, un debate fundamental en unos años en los que el mundo cambió radicalmente». Nacida en el seno de una familia obrera en el norte de Italia, emigró con 16 años a Estados Unidos, donde se convertiría «en actriz de cine en el Hollywood de los años 20» y donde conoció a Edward Weston, quien la inicia en la fotografía y con el que se traslada a vivir a México en 1923». En este país militó en el Partido Comunista Mexicano (PCM) desde 1927, y denunció con su cámara la situación de los desposeídos, haciendo especial hincapié en la construcción de un nuevo imaginario sobre las mujeres mexicanas.

En estos primeros años, Modotti trabaja en distintas naturalezas muertas, principalmente flores, como rosas, genarios, azucenas, sin olvidar los cáctus, pero también realiza retratos en los que, más allá de la cosificación de los cuerpos femeninos, muestra las fuertes conexiones, por ejemplo, entre madres e hijas.

Curioso. Casi toda su obra fotográfica se produjo entre su llegada a México y 1930. Durante estos años, y tras su aprendizaje con Weston, evolucionó «desde el interés por las formas abstractas hasta una mirada centrada en el ser humano y en la denuncia de la desigualdad y la injusticia». «Las condiciones precarias de los trabajadores, la pobreza urbana o el papel de la mujer en la comunidad se convirtieron, entre otras cuestiones similares, en los temas principales de una fotografía concebida como propaganda política», explica Tejeda.

«Su vida nómada y su agitada militancia política provocaron que en múltiples ocasiones abandonara de forma repentina los países en los que vivió, lo que de entrada descontextualiza y desordena su producción, imposibilitando datar con exactitud numerosas de sus imágenes», precisa la experta en su obra, quien añade que a esto hay que sumar que «más de una vez decidió deshacerse de lastres materiales y vivir ligera de equipaje». En especial, «cuando fue expulsada de México en 1929. Entonces renunció atropelladamente a la práctica totalidad de sus pertenencias y dejó en manos de su amigo Manuel Álvarez Bravo material fotográfico, incluyendo algunos positivos». Por otro lado, «más de un centenar de negativos quedaron en Moscú cuando fue enviada por el Partido Comunista a España; originales que, aparentemente, son los que la hija de Vittorio Vidali —el último compañero sentimental de la artista— entregaría en Italia a su padre tras la Segunda Guerra Mundial».

El caso es que «su vuelta a México de incógnito tras la guerra civil española y su prematura e inesperada muerte han provocado que, a diferencia de otros autores, la obra conocida de Tina Modotti sea escasa y arduo el trabajo de encontrar 'vintages'».

Amiga íntima de Frida Kahlo y amante de Diego Rivera, cuando en 1934 acabó recalando en España terminó siendo coordinadora del Socorro Rojo en el hospital de Cuatro Caminos de Madrid durante la Guerra Civil. Organizó la salida del país de los llamados 'niños de la guerra', coordinó la gestión de hospitales militares, en los que además trabajó como enfermera, y llevó a cabo labores de cariz propagandístico y político. Al finalizar la contienda, cruzó los Pirineos con otros refugiados y exiliados y refugiados. Estamos ante una mujer de acción, ante una artista de vida breve pero muy intensa. Tenía 46 años cuando un infarto, mientras viajaba en un taxi –según el relato oficial–, acabó con su existencia. ¿Quién no querría que hubiese sido posible ser retratado por ella, como lo fue, en 1929, Lou Bunin, titiritero y productor de 'El mono velludo', con algunas de sus marionetas?