Salvador García Jiménez: «Escribiendo se vive casi más que viajando»
Literatura ·
El escritor ceheginero obtiene el premio Limaclara Internacional de Ensayo de Buenos Aires por 'Cuando vuelvan las golondrinas a San Juan Capistrano', parte de una investigación sobre el asombroso mundo de estas avesEl escritor Salvador García Jiménez (Cehegín, 1941) está de enhorabuena estos días tras ser galardonado en Buenos Aires (Argentina) con el Premio Limaclara ... Internacional de Ensayo 2020, por su trabajo 'Cuando vuelvan las golondrinas a San Juan Capistrano'. García Jiménez, uno de los nombres de oro de las letras murcianas, compartió este miércoles con LA VERDAD su alegría por este reconocimiento, ya que a la convocatoria concurrieron 122 obras desde 16 países de Europa y América. En 2015 ya obtuvo el premio de ensayo más importante de Hispanoamérica, el certamen internacional Sor Juana Inés de la Cruz, convocado por el Gobierno del Estado de México, por 'La vida en ultratumba de Miguel de Cervantes', obra que en España publicó la editorial sevillana Alfar. «Aunque a veces el escritor trabaje en una isla», aseguró en una entrevista, «en el fondo necesita la caricia de saber que está escribiendo, de saber que está vivo. Como hice la tesis doctoral sobre Frank Kafka sé lo que es escribir sin esperar nada de nadie».
Autor de obra extensa que abarca todos los géneros literarios, García Jiménez cree que hizo «lo que tiene que hacer cualquier escritor decente, que fue comenzar por la poesía, y de ahí pasé al cuento, a la novela corta, a la novela larga y, posteriormente, al ensayo», recibiendo por ello algunos de los premios más importantes de España, como el accésit del premio Adonais de Poesía en 1980 por 'Épica de náufrago'; el premio Alcalá de Henares de Narrativa en 1988 por 'Caelum caeli'; el premio Gabril Sijé de 1984 por 'Agobios de un vendedor de biblias', o el premio Tiflos en 1992 por 'Graellsia', entre otros muchos. Nunca se ha pagado una autoedición, «y ahora que ya no se venden libros que me publiquen sin tener que pagarlo para mí es un triunfo». «La mayoría de escritores, y no quiero menospreciar a nadie, publican libros para que les hagan aplausos como si fueran la reina de los juegos florales por un día. La calidad, a veces... Ahí tenemos la Biblioteca Nacional, que es el cementerio de los grandes libros, y cuando se quiera volver a uno de ellos se tendrá que ir a ella».
«La ciencia tiene elementos bellísimos, ¿no? Casi más que la literatura, diría yo. He leído artículos científicos que me han asombrado más que una obra de Borges»
Salvador garcía jiménez
Fascinación por las golondrinas
'Cuando vuelvan las golondrinas a San Juan Capistrano' es, en realidad, como dice, parte de un libro inédito, 'Antes de que desaparezcan las golondrinas', que defiende con entusiasmo. Observa el escritor que las golondrinas han desaparecido de las ciudades: «De Murcia también. La gente no sabe distinguir una golondrina de un vencejo ni de un avión. Sobre todo se distinguen por la cola, que tiene una cola de tijereta hermosísima, y por esa belleza las hembras se enamoran de los machos. Me sorprendió que un pájaro con un corazón de pocos gramos, como un grano de arroz, puede hacer 22.000 kilómetros de ida y vuelta a África. Eso siempre me entusiasmó de niño, y he intentando buscarle el rastro«. Últimamente confiesa que lo que más le inspira es la ciencia: «Porque la ciencia tiene elementos bellísimos, ¿no? Casi más que la literatura, diría yo, y he leído artículos científicos que me han asombrado más que una obra de Borges. Por ejemplo, para ver el recorrido exacto que tienen las golondrinas hacia los dormideros que tienen en África, o cómo hacen el amor,o cómo construyen sus nidos, que son obras de arquitectura extraordinaria, y los primeros hombres, desde Adán y Eva, copiaron esa manera de hacer las casas. Es un mundo que me asombra. Y, de hecho, el genoma de las golondrinas se ha conocido hace tres meses«. Afirma con pesar que ese mundo de asombros ya no lo encuentra en la literatura, »donde veo las mismas piedras que se repiten, donde se imitan los unos a los otros, con las mismas metáforas y los mismos adjetivos«.
«Me sorprendió que un pájaro como las golondrinas, con un corazón de muy pocos gramos, como un grano de arroz, puede hacer 22.000 kilómetros de ida y vuelta a África. Eso me entusiasmó siempre de niño, y con este ensayo he intentado buscarle el rastro»
Salvador garcía jiménez
Escribir, vivir, viajar
La obra de García Jiménez ('Puntarrón', 'Coro de alucinados', 'Odio sobre cenizas', 'Angelicomío', 'Myrtia', 'La vidriera', 'El hombre que se volvió loco leyendo a Don Quijote', 'Por las horas oscuras', 'Primer destino', 'Vampirismo ibérico'...) es de las más originales de la literatura murciana. «Sé que algunas obras mías quedarán, como 'La gran historia de honor de Don Martín de Ambel', que me plagiaron en una película y al final lo reconocieron porque los denuncié, y es un caso que no se ha dado en la historia de Europa. Un hombre que está en sagrado después de matar a otro durante treinta y tantos años, eso no se ha dado nunca. Describí esa tierra maravillosa que te encuentras en la historia. Me encanta la investigación, y yo creo que la obra más madura del hombre es el ensayo«. Sigue escribiendo, y leyendo, no solo en estos tiempos de cautiverio por la emergencia sanitaria debido al coronavirus. «Alguien me dijo, pero entonces tú no vives, escribes, y no comprendía que escribiendo se vive casi más que viajando». Está escribiendo en este momento «una biografía enorme». Sigue comprando libros antiguos e investigando. «Le había comprado a mi nieta el atlas del cosmos, que venden en los quioscos, y pasé a leer estos libros de National Geographic, un mundo también apasionante, y grandísimo, y asombroso».
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