Isabel Belmonte: «Esta sala es una seña de identidad de Cartagena»

En estos cincuenta años de vida, por las tablas del Nuevo Teatro Circo han pasado, hace repaso su responsable, «todos los representantes de la sociedad y de las artes escénicas tanto a nivel local, regional y nacional», lo que ha llevado al público a ser testigo de grandes obras y momentos singulares que para Belmonte fortalecen el estrecho vínculo de la sala con los ciudadanos.

El teatro ha sido, además, «un espejo de los cambios que se han producido a lo largo de los años, tanto en el plano político, con la llegada de la democracia, como en el aspecto artístico, con los nuevos creadores culturales». De titularidad privada, durante muchos años, recuerda Belmonte, al frente de la gestión del teatro desde 2011 –aunque lleva veinte años trabajando en él–, fue «la única instalación dedicada a las artes escénicas en la ciudad».

En sus tablas se iniciaron artistas como el bailarín y coreógrafo, exdirector de la Compañía Nacional de Danza (CND), José Carlos Martínez, quien subió a su escenario «siendo muy joven en una de las galas de las academias de baile de la ciudad», apunta la gerente. Pero también otros muchos profesionales del mundo del espectáculo que hoy siguen dedicándose a él, como «el actor Enrique Escudero, Pedro Segura –actor y director de teatro–, Alfredo Ávila –director de La Murga–... El compromiso con la ciudad ha estado siempre y desde el teatro se ha apostado tanto por espectáculos nacionales como por compañías locales, dando oportunidad a los jóvenes; hemos empleado, además, todas la fórmulas: desde alquilar el teatro a programar funciones a caché, a porcentaje, y colaborar con las administraciones, con las que el teatro siempre ha tenido una estrecha relación».

Una cooperación que, cree Belmonte, «es imprescindible en estos momentos». «Hemos pasado por circunstancias difíciles, la crisis de 2009 lo fue, pero esta situación nunca la habíamos vivido», hace referencia Belmonte a la complicada coyuntura provocada por la Covid-19. No obstante, asegura, «desde el principio hemos venido trabajando para que la ciudad tenga un espacio escénico abierto del que puedan ser partícipes los ciudadanos y ese compromiso lo seguimos manteniendo. El Nuevo Teatro Circo –insiste– es una seña de identidad de la ciudad» y pone como ejemplo la diversidad de eventos que el espacio ha acogido en estos años, desde «el pregón de la Semana Santa, al Festival de Jazz, el FICC, presentaciones de libros, jornadas empresariales....».

La programación de su 50 aniversario, que se desarrollará hasta mayo, refleja, precisamente, apunta Belmonte, la faceta multidisciplinar del coliseo como sala de cine y espectáculos, pero también de encuentro. Aunque ya presentado, el catálogo de propuestas sigue abierto e incorporará nuevas citas. «No podemos obviar que vivimos un tiempo de incertidumbre por la situación sanitaria pero entendemos que la cultura es necesaria y hemos puesto todas las medidas para que el Nuevo Teatro Circo sea un lugar seguro».