Paula Anta: «Necesitamos tiempo para tomar conciencia»
La fotógrafa madrileña expone en la Sala Caballerizas de Murcia parte de su serie 'Nudos: topologías de la memoria'
Escondido entre las hojas, el ramaje que escalaba las fachadas de los edificios de Roma, fijó su mirada en ellos Paula Anta (Madrid, 1977), dibujaba una amplia red de nudos. En la capital italiana, con motivo de una residencia en la Academia de España en Roma, la fotógrafa madrileña llevaba días capturando los mantos verdes que sobre paredes de diversos inmuebles decoraban la ciudad romana. Estaba documentando el paisaje de hiedras que se extendía por el núcleo urbano cuando observó «cómo al caer las hojas, quedaban esas líneas de ramas trepando por las piedras». Aquello, confiesa, le generó «una especie de impulso obsesivo». Dejó a un lado el verde y comenzó a fotografiar tallos entrelazados. Lo hizo en Roma, en París y «en todos los viajes» que emprendió después. «Iba acumulando nudos», afirma Paula Anta, cuya propuesta expositiva en Murcia, 'In-Limitis', puede verse hasta el próximo 27 de febrero en la Sala Caballerizas del Museo Molinos del Río.
Responde a la serie 'Nudos: topologías de la memoria' que la artista inició «hace siete años» y con la que, adelanta, «probablemente siga». Adaptada al espacio murciano y comisariada por Rodrigo Carreño, combina fotografía e instalación; e integra elementos propios de la Región, como una serie de piedras de cantera con las que hace alusión «a la arquitectura de la Sala Caballerizas», cita Anta, o unas cañas de río con las que construye otra de sus piezas.
El resto se compone de imágenes construidas a partir de la observación. «Necesitamos tiempo para tomar conciencia. Cuando lo tienes y miras las cosas con calma, descubres mucho», defiende.
La fotografía «es un viaje físico pero también interior; es como empezar de cero en otro lugar», afirma la artista
Ella había acumulado un gran número de fotografías llenas de nudos fruto de ese impulso que había sido incapaz de aparcar. No sabía muy bien qué hacer con ellas hasta que con motivo de una investigación para su tesis doctoral –sobre el encuadre fotográfico–, descubrió, afirma, «los bosques neuronales»: «Me di cuenta de que tenían un esquema muy parecido a estas líneas, y ahí empecé a construir un discurso más conceptual y de observación sobre un esquema aparentemente caótico que, en realidad, tiene un orden y un sentido». Pensó, además, en que «si este patrón podía figurar en algo tan pequeño como en un bosque neuronal», también podría estar presente en otros sistemas más grandes, y ello le llevó «a los movimientos de galaxias». Así, en la Sala Caballerizas aparecen «tres pequeñas imágenes que representan: un bosque neuronal y dos supercluster –grandes agrupaciones de cúmulos de galaxias–». Son imágenes, precisa, «de la NASA en las que se ve ese esquema; es cerrar el círculo».
Para Paula Anta, la fotografía «es un viaje», y eso es lo que le interesa de ella. Un viaje, añade, «físico pero también muchas veces interior» que le apasiona: «Es como empezar de cero en otro lugar abierto a todo».
Conexión
'In-Limitis' es su primera exposición individual en Murcia. Incluida en el programa 'Reactivos Culturales' del Ayuntamiento, incide en la necesidad de observar y en la «relación de convivencia, a veces más agresiva y otras fundada en un pacto, entre la arquitectura y la naturaleza» presente, añade, en muchas de sus series, «por no decir en la mayoría».
«Quizá –apunta la artista– es mucho pedir, pero me gustaría que mi obra permitiera al espectador conectar con su propia sensibilidad. Para mí es una de las cosas que me parecen más importantes, y me hace sentir plenamente satisfecha», cuenta.