Veinte años de una estrella
Cuenta atrás para la hemeroteca de laverdad.es (1903-2020)
Tenía veinte años y los ojos empañados en lágrimas cuando, subido al tablao del Antiguo Mercado Público de La Unión, acurrucó entre sus manos la codiciada, entre los flamencos, Lámpara Minera. Había acudido por primera vez al Festival del Cante de las Minas animado por «la gente». Él, dice Miguel Poveda (Barcelona, 1973), hoy aplaudido y destacado cantaor, no quería participar porque «me imponía mucho –confesó entonces a LA VERDAD– la calidad del concurso».
Publicidad
La crónica del día después de su gran final, firmada por Paco Celdrán, hablaba ya, sin embargo, de «un joven genio del flamenco»: «Ayer nació en La Unión un gran cantaor», arrancaba el texto de 1993.
Veinte años después, portando un trayectoria colmada de éxitos, Poveda regresó al escenario en el que, sin apenas pretenderlo, todo su mundo cambió: «Empecé una vida totalmente nueva», recordó también en las páginas de este periódico en una entrevista con Antonio Arco con motivo de su vuelta a La Unión. El certamen le dedicó su edición de 2013, coincidiendo con el veinte aniversario de su galardón: «Deseo con toda mi alma que la gente de Murcia disfrute mucho», decía entonces en referencia al concierto que tenía previsto ofrecer en el certamen.
De padre lorquino y madre ciudadrealeña, Poveda añadía en aquella entrevista: «Del chaval que fui ya no queda nada, no me siento ya identificado con él. He cambiado muchísimo, mi vida ha cambiado por completo. Lo que sigue igual que entonces son las ganas que tengo de cantar bien, las ganas de gustar al público, las ganas de escenario, las ganas, que no se me acaban, de aprender más y más».
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión