Juan Luis Gallego: «Los instrumentos lloran para describir el dolor por la pérdida»
El Trío Arriaga interpreta hoy en el Auditorio una obra de Chaikovski escrita tras la muerte de su íntimo amigo Nikolai Rubinstein
La pérdida de un amigo altera definitivamente la vida interior. Una verdadera relación de amistad es irrepetible y cuando se interrumpe para siempre, surge el terrible conflicto entre la sensación de vacío y la inutilidad de aportar lo mejor de uno mismo. Piotr Illich Chaikovski pasó por esta situación cuando falleció su íntimo amigo Nikolai Rubinstein, pianista, director y fundador del Conservatorio de Moscú.
Para el célebre compositor de la Sinfonía Patética, escribir música para piano y otro instrumento de cuerda era una suerte de tortura para sus oídos. Sin embargo, a los nueve meses de la muerte de Nikolai decide homenajearlo componiendo el trío para piano y cuerda en la menor 'A la memoria de un gran artista', opus 50. Esta monumental obra formada por dos movimientos va a ser interpretada hoy, a las 20.00 horas en el Auditorio de Murcia por el Trío Arriaga, formación camerística de reconocido prestigio internacional integrada por el violinista Juan Luis Gallego, el violonchelista David Apellániz y el pianista David Ligorio. El primero de ellos comenta a LA VERDAD los aspectos más interesantes de esta partitura que contribuyó al nacimiento de la música de cámara en Rusia.
El concierto de hoy sirve de presentación a la nueva grabación del Trío Arriaga titulada 'Elegía' que incluye los dos tríos para piano y cuerda considerados por excelencia como elegíacos, el de Chaikovski y el de Shostakovich. «Chaikovski tuvo dudas respecto a escribir este trío ya que no creía que el balance entre violín, chelo y piano iba a funcionar», explica el músico sobre una composición con un «carácter cíclico, obstinado y variado del tema principal del primer movimiento» y, al final del segundo movimiento, una «sensación de impotencia y tristeza de la que no se puede salir». El músico destaca dos momentos significativos del Trío de piano y cuerdas de Chaikovski: el 'dolce espressivo', «un tema de carácter íntimo en piano que transmite un optimismo y vitalidad increíbles»; y el 'piangendo finale', donde «los dos instrumentos de cuerda lloran describiendo el dolor por la pérdida del amigo».
Dificultad interpretativa
Una pieza con enorme dificultad interpretativa. «Los conflictos surgen a tres niveles: primero individualmente, luego para ensayar en conjunto y finalmente para llevarla a escena. Además por la extensa duración e intensidad del trío, se requiere una forma física y una concentración intensa y esto no es siempre fácil de conseguir».
Para comprender los últimos latidos que el compositor otorgó al piano, probablemente hay que haber perdido recientemente a un ser querido. Resulta insólito cómo este compositor es capaz de hurgar en nuestro interior con notas hiladas en melodías sin respiro. Imaginen por un momento que tienen la posibilidad de escuchar esta música con la sonoridad del directo.
