Una investigadora de la UMU estudia los crímenes acaecidos en Murcia en el último tercio del siglo XIX
La periodista Míriam Salinas Guirao analiza 5.000 noticias de sucesos durante el reinado de Amadeo de Saboya, entre enero de 1871 y febrero de 1873
Pascual Vera
Murcia
Viernes, 6 de junio 2025, 01:08
Míriam Salinas Guirao es periodista y está haciendo el doctorado en Historia. Desde 2023 disfruta de una Beca de Formación del Profesorado Universitario en la Universidad de Murcia. Ha sido directora de comunicación del Colegio de Periodistas.
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Su tesis doctoral es un estudio comparativo del tratamiento de los sucesos en la prensa durante el reinado de Amadeo de Saboya, es decir, entre enero de 1871 y febrero de 1873. El estudio se basa en noticias incluidas en el diario 'La Paz de Murcia', considerado el periódico más relevante de la Región durante el período y 'El Imparcial', igualmente el periódico más importante a nivel nacional. Un total de 5.000 noticias de sucesos han sido las analizadas por la investigadora.
Al tratarse de dos periódicos generalistas, Míriam Salinas quería comprobar cómo se narraban las secciones de sucesos cuando aún no existía tal sección en la prensa.
Los sucesos antes de la prensa de sucesos
La sección de sucesos tiene como precedente los pliegos de cordel, llamados así porque eran exhibidos colgados de cuerdas para su venta en las ferias y cantados por pregoneros, o por ciegos en el caso de los romances de ciego, que a veces eran acompañados por algún instrumento musical. Narraban temas populares, desde religiosos hasta legendarios, aunque eran los referidos a crímenes y acontecimientos más truculentos los que más éxito tenían y los que el público buscaba con más ahínco.
La investigadora ha estudiado cómo se narraban las secciones de sucesos cuando aún no existía tal sección en la prensa
Es en este período cuando en la prensa se empieza a desarrollar, y a tomar cuerpo lo que luego se conocerá como prensa de masas. El sensacionalismo aún no había nacido, pero la magnificación de las noticias, especialmente cuando narraban robos violentos, desastres naturales y crímenes, eran muy valorados. Tampoco había nacido la máxima americana 'Las buenas noticias no son noticia', pero para aquel público las noticias más esperadas distaban mucho de ser las más amables. Lejos de eso, estaban constituidas por las más truculentas, que eran buscadas con ansia por el público que asistía a aquellos recitales.
Asegura Míriam Salinas que su intención era estudiar qué ocurría en la prensa en España en uno de los cortos períodos de libertad de prensa: el sexenio democrático, que incluyó una República y la existencia de un rey constitucional. Un período en el que se produjo un aumento considerable del comercio, el auge del ferrocarril, que mejoró las comunicaciones, el funcionamiento regular del telégrafo y disposiciones sobre la libertad de prensa que se tradujeron en una auténtica explosión de cabeceras.
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Asegura Salinas que el crimen de la calle Fuencarral, acaecido en el número 109 de dicha calle en Madrid –número que no existe hoy, 137 años después de los hechos, lo que da idea de la importancia que tuvo en el imaginario popular este hecho– en el comienzo del verano de 1888 supuso el hito que marca la aparición de la prensa y la literatura de sucesos en España por la trascendencia que tuvo y la consternación que produjo.
El mundo en cuatro páginas
Las noticias de sucesos iban ubicadas en 'La Paz' en la página uno, es decir, eran de fabricación propia y hacían alusión a la provincia, lo mismo que el caso de 'El Imparcial', aunque este periódico centraba la información de la portada más en la política.
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«Es fácil comprobar el interés creciente por incluir noticias relacionadas con la sangre, el drama y las pasiones humanas»
Es fácil comprobar, comenta la investigadora, el interés creciente por incluir noticias relacionadas con la sangre, el drama y las pasiones humanas. Se detecta en esta época también un interés por los avatares del clima en cuanto se traduce en situaciones adversas para el desarrollo de la vida cotidiana: nevadas copiosas, inundaciones... se trata, en definitiva, de un interés por conocer aquello que descuadra la rutina, afirma Míriam.
Los sucesos más presentes
Salinas Guirao aglutina los sucesos rastreados por ella en diversas categorías:
Actos contra la integridad física y moral, que engloba atentados, riñas, duelos, asesinatos entre familiares, tentativas de homicidio, agresiones verbales y físicas, desapariciones y raptos, riñas, abusos por las fuerzas del orden, suicidios...
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Acciones delictivas contra la propiedad privada, donde se encuadran los robos y atracos, que suponen la subcategoría más numerosa, así como las estafas.
Otro grupo lo constituye lo que la investigadora ha titulado como desobediencia, rebelión y organización ciudadana, dado que ya existía movilización popular, hasta el punto de provocar motines, y alborotos, fugas, de cárcel, de hospital...
Otra categoría es la alteración del orden, que no es tanto una movilización ciudadana como algo que quiebra el desarrollo natural de un día: vandalismos, como por ejemplo el hecho de que un grupo de niños arroje piedras a un tren, desórdenes y escándalos, que a veces tienen que ver con individuos que alteran el orden público. Incluye hallazgos de cadáveres, avistamientos de bandidos y criminales y detenciones de los mismos, hechos que aprovechaba la guardia civil para difundir sus hazañas.
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El capítulo más extenso es el de accidentes, porque incluye accidentes con armas de fuego, arma blanca, caídas, accidentes de carruaje, ferroviarios, ingesta de sustancias tóxicas, accidentes laborales, ahogados, explosiones, hundimientos, incendios (accidentales, no vandálicos), fenómenos meteorológicos y noticias sobre el clima, que incluye lluvias intensas, granizadas y sequía, huracanes, volcanes, frío, niebla...
Otro apartado está conformado por epidemias, infecciones y plagas. Las más importantes son el cólera, viruela, más frecuente en España, ya que el cólera solo se da en estos momentos en viajeros por nuestro país o a bordo de barcos.
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Por último, se incluye en el estudio una categoría de sucesos curiosos que aborda casos tan exóticos como la antropofagia, algo que los periódicos sitúan casi siempre en Asia. También están presentes en este apartado sucesos que achacan al próximo fin del mundo, como lluvias de meteoritos, por ejemplo. Hay actos de abandono y noticias relacionadas con animales, como, por ejemplo, el hecho de que una mula, tras ser golpeada, se revuelva y mate al dueño de una coz.
Otro capítulo está formado por inclemencias del tiempo, e incluye tormentas y temporales (cuatro noticias en Murcia en este período); tres noticias sobre terremotos, dos sobre rayos que provocan daños de diversa consideración o ha matado a alguien.
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Se trata de un tiempo en el que comienzan a serializarse los casos más llamativos, apareciendo en varias entregas en las que van saliendo a la luz las novedades. Así por ejemplo, cuando en la iglesia de San Andrés de Murcia matan a un hombre en la pila bautismal, 'La Paz de Murcia' le dedicó espacio durante tres días.
Los sucesos más numerosos son sin duda los robos, seguidos de los casos que tienen que ver con la integridad física, agresión o muerte, así, en 'La Paz' se relatan 151, por 53 asesinatos por riñas y 7 asesinatos relacionados con secuestros o amenazas.
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Si algo ha aprendido Míriam en todos estos años de investigación sobre el tema es que el ser humano y sus pasiones son los mismos desde que estamos aquí.
En cuanto a la manera de relatar los sucesos, Míriam ha detectado mucho romanticismo en ello. Argumenta que el período está muy imbuido por la corriente romántica del momento, quizás por eso, las noticias no se daban de manera aséptica, sino que a menudo se hacían con un cierto engolamiento en los escritos, y en no pocas ocasiones, los periodistas narran el suceso como si hubiesen estado allí, emitiendo además muchas descripciones, diálogos, metáforas...
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Desde el asesinato de Prim al atentado contra el propio Amadeo de Saboya
Las dos informaciones con más entregas del período estudiado por Míriam Salinas son sendos magnicidios o intentos de ello: el asesinato de Prim, algo que nunca se resolvió, y también el atentado contra el propio Amadeo de Saboya.
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En 'La Paz de Murcia' se habla sobremanera de un asesinato acaecido en Cieza que se produjo en la casa del alcalde, donde, en vísperas de las elecciones de 1872 mataron al líder del partido radical, partido que hoy se podría considerar de izquierda moderada. Esa noticia tiene seis informaciones, y se prolonga desde el 24 de agosto hasta comienzos de septiembre. En el asesinato estaba involucrado todo el entramado de la élite local que gobernó Cieza durante el siglo XIX. El asesino era del partido de Cánovas, que en Cieza fue muy importante, dado que su hermano estaba casado con una ciezana. No se llegó a esclarecer el asunto porque el supuesto asesino era compañero del mismísimo Cánovas del Castillo, tantas veces presidente del gobierno e ideólogo de la Restauración.
En esta época se vislumbra ya una especial sensibilidad con respecto al asesinato de mujeres, siendo fácil de rastrear una intensificación del dolor del redactor
Sostiene Míriam que en esta época se vislumbra ya una especial sensibilidad con respecto al asesinato de mujeres, siendo fácil de rastrear una intensificación del dolor del redactor y la rabia cuando la agresión tiene que ver con las mujeres, especialmente cuando se trata de chicas jóvenes.
Comenta, además, que las agredidas son casi siempre mujeres y los agresores hombres o grupos de hombres. Nada nuevo bajo el sol, como se ve. Añade que en muy pocas ocasiones se dan asesinatos cometidos por mujeres, y cuando esto se produce, ocurre porque ellas se defienden de un robo en un domicilio o de una agresión, como la que mató a su presunto violador de un trabucazo.
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