Joaquín Carmona

Director de cine

«En un gesto de empatía nace la inquietud por contar esta historia»

–¿Cómo vivió el preestreno de 'Últimas voluntades' el pasado martes en Murcia?

–Fue mágico. Algo extraordinario. Uno, cuando hace este tipo de cosas, se imagina cómo va a ser pero mi mente no había llegado a imaginar el escenario que viví ese día en la Filmoteca. A la gente le gustó la película. También a los actores, Nerea Camacho, Carlos Santos y Fernando Tejero, que no la habían visto. Hasta el punto de que al día siguiente Fernando Tejero dijo en 'El Hormiguero' que era lo mejor que había hecho en su vida. Además, un estreno en mi casa, en la filmoteca, el lugar donde se han exhibido mis cortos, donde he visto películas maravillosas que llevo clavadas en el alma... fue un sueño. Nos sentimos muy arropados.

–¿El 30 de junio es una buena fecha para estrenar un 'thriller'?

–Nunca hay una buena fecha para estrenar una película porque siempre te vas a encontrar con el superhéroe de turno, o como en nuestro caso, nos vamos a pelear con Indiana Jones. Al final, dentro de todo lo que se intenta medir, nunca sabes. Igual se estrena en octubre y parece lo ideal, y luego resulta que hace menos taquilla de lo que hubiera hecho si se estrena es el junio. Es muy difícil.

–Cuando recibió el guion de Salvador Serrano, hace ocho años, ¿qué fue lo que le hizo apostar por el proyecto?

–Muchas cosas. Principalmente, que estaba escrito con un estilo muy directo, una forma de transmitir las situaciones que se planteaban que se acercaban mucho a lo que yo llevo dentro, y sobre todo, los temas que trataba. Me sentí muy identificado con los temas, sobre todo en cuanto a las segundas oportunidades. La primera versión del guion se llamó 'Escoria', porque el germen de todo esto es la inquietud que tuvo Salvador Serrano por darle voz a esas personas que no conocemos y que simplemente con verlas emitimos un prejuicio sobre ellas, las consideramos escoria sin saber qué les ha llevado hasta allí, qué oportunidades habrán tenido en su vida. En un gesto de empatía nace la inquietud por contar esta historia. Después, revisamos el guion y pasó a llamarse 'El último kilómetro', y, finalmente, 'Últimas voluntades', cuando ya se hizo una revisión total. Se cambió el guion prácticamente entero. Se cambiaron tramas, personajes... eso sí, se mantuvieron los personajes principales y el 'leitmotiv', de un padre que quería recuperar el cariño de su hijo. Cambió todo porque en ocho años han pasado tantas cosas que hasta nosotros mismos ya no somos los mismos que arrancamos el proyecto. Teníamos otras dudas y otras formas de ver la vida.

–En este tiempo, ¿nunca pensó en tirar la toalla?

–Todos los días. Es muy duro. Quizá no todos los días, pero sí fueron más largas las etapas en las que pensamos en dejarlo que en las que estuvimos arriba. Esto es una inversión muy grande de tiempo, esfuerzo, dinero y sacrificio y no ves un retorno en el momento. Siempre estuvimos en la cuerda floja y, finalmente, sucedió. El momento en el que La 7 entra en el proyecto fue cuando ya vimos que iba a ser una realidad.

–Tampoco les ayudó la pandemia, que les obligó a paralizar el rodaje y cambiar el reparto.

–La pandemia ha estado muy presente. Ya en la fase de financiación nos pilló el confinamiento y, al igual que todo el mundo, dimos un frenazo del seco con el proyecto. Finalmente, cuando arrancamos el rodaje, rodamos una única jornada y tuvimos que parar porque hubo un caso de covid entre uno de los actores principales. No pudimos retomar poco después y se paralizó completamente. Esto fue en diciembre [de 2021] y lo retomamos en marzo [de 2022]. Mucha de la gente que estaba en el proyecto ya no podía continuar porque tenía otros compromisos cerrados y tuvimos que cambiar a parte del equipo técnico y a tres de los actores principales. Lo hicimos y el proyecto no adoleció.

–¿Fue complicada esa búsqueda de actores en tan poco tiempo?

–La idea era mantener el nivel. Evidentemente, ante una situación así es difícil encontrar a gente que tenga disponibilidad y que le apetezca hacer el proyecto. Tuvimos la suerte de que las tres primeras opciones que manejamos, Carlos Santos, Adriana Azores y Óscar Casas, tenían disponibilidad y les encantó el proyecto. Carlos Santos siempre estuvo en nuestra mente, pero lo habíamos descartado por la diferencia de edad con Fernando [Tejero]. Después pensamos que con maquillaje podríamos acercarlos en edad y finalmente ha sido un éxito porque la relación que tienen ellos en la película funciona de maravilla. Me quedo con pena de hacer algo con Pepa Aniorte y Àlex Monner, pero van a estar en el futuro.

–¿Qué proyectos tiene entre manos?

–Ahora estoy con una serie, 'Sara', que es un drama en tono de 'thriller' que narra la historia de una estudiante de Derecho que está investigando el pasado turbio de su padre, muerto, a manos de su madre, por una disputa de violencia machista. Son ocho capítulos, más uno introductorio de quince minutos, que es el cortometraje 'Noir', el epicentro de todo. Estoy también con una película, 'El próximo', otro 'thriller'. Fue la primera idea que tuve cuando estudiaba. Veinte años después, sigo pensando que es una buena idea y que ha llegado su momento. La idea es que lo protagonice también Fernando Tejero. Él ya conoce el proyecto y está muy ilusionado porque es un personaje que ansía hacer.