El Arqua comienza a embalar sus tesoros para reparar las filtraciones

Junto a las monedas de oro y plata se podrán ver las dos grandes culebrinas de los siglos XVI y XVII, los cañones pedreros destinados a evitar el abordaje, las tres roldanas de bronce y madera, la maja y el almírez de oro, un grifo de bronce, dos candeleros de plata y la cubertería y piezas de vajilla localizadas bajo el océano, objetos todos ellos rescatados del mar por el equipo de científicos que entre 2015 y 2017 protagonizaron las campañas de arqueología subacuática desarrolladas sobre el pecio 'Nuestra Señora de las Mercedes'. El Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena (Arqua), impulsor y artífice de las citadas campañas –un total de tres–, inició ayer, siguiendo un medido cronograma y protocolo, el desmontaje de sus salas expositivas, como paso previo al inicio de las obras que en los próximos meses se llevarán a cabo en el centro, con el fin de reparar las filtraciones de agua que el edificio sufre desde 2014, tan solo seis años después de su inauguración.

El centro, cerrado durante los meses de marzo, abril y mayo, con motivo de la Covid-19, y reabierto el pasado día 9, tan solo ha estado accesible al público unos días, puesto que acaba de volver a clausurar sus puertas, en esta ocasión para acometer las obras de reparación de su estructura. Estas mantendrán el espacio cerrado durante cinco meses, según las previsiones del Ministerio de Cultura, encargado de ejecutar los trabajos con una inversión total de 266.622 euros.

Cuando vuelva a recibir visitantes –previsiblemente a finales de año– lo hará con una nueva propuesta expositiva, ya que a la colección permanente se incorporarán la totalidad de las piezas que el equipo de científicos liderados por el director del Arqua, Iván Negueruela, extrajo del mar en las campañas arqueológicas de 2015 a 2017, destinadas a documentar y conocer el estado en el que había quedado el yacimiento subacuático tras el expolio materializado por la empresa cazatesoros Odyssey, con la que España batalló en los tribunales por la titularidad de las monedas de oro y plata que expone desde 2014.

Parte de las piezas que se incorporarán a la colección permanente ya se han podido contemplar en la muestra de carácter temporal que bajo el título 'Ciencia frente al expolio. Las campañas en el yacimiento de 'Nuestra Señora de las Mercedes'', acogió el centro en 2018. Tras las obras, estas piezas ocuparán un nuevo lugar en la sala principal, y también lo harán las dos culebrinas fechadas en los siglos XVI y XVII de cuatro metros de longitud y dos toneladas de peso cada una, rescatadas durante la última expedición al yacimiento.

De estas dos piezas, la muestra 'Ciencia frente al expolio' exhibió dos reproducciones a escala 1:4. Para la reapertura, la idea del museo es incorporar a su colección estable los cañones auténticos. Y para ello el centro elevará al Ministerio próximamente, explica Negueruela, varias propuestas expositivas con el fin de que el departamento que dirige José Manuel Rodríguez Uribes decida, entre las alternativas planteadas, la disposición final del conjunto de las piezas.

El Arqua ya acometió un rediseño de su colección con motivo de la incorporación a su recorrido expositivo de las monedas de oro y plata que conformaban el disputado tesoro de la Mercedes, hundida en 1804 en el golfo de Cádiz. Este sería el segundo gran cambio organizativo en su muestra permanente, obligado sobre todo por el tamaño de los cañones, piezas «fascinantes», describe Negueruela, cuya restauración, al igual que la del resto de objetos rescatados, se ha llevado a cabo en el laboratorio del Arqua.

Las tres expediciones que capitaneó el museo con el apoyo del Ministerio, el Instituto Español de Oceanografía (IEO), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Armada Española son un hito en el ámbito de la excavación subacuática, ya que anteriormente a ellas no se habían realizado, a nivel mundial, expediciones científicas a tanta profundidad. En concreto, los trabajos desarrollados por el equipo del Arqua con la ayuda de un robot sumergible (ROV) y a bordo de los buques 'Ángeles Alvariño' (2015 y 2016) y 'Sarmiento Gamboa' (2017) se llevaron a cabo con éxito a más de 1.130 metros de la superficie marina.

La experiencia ha sido expuesta por el museo en varios congresos internacionales en ciudades como Dresde y Tubinga, en Alemania; Bodrum, en Turquía; Dublín, en Irlanda; Freemantle, en Australia, y Varsovia, en Polonia. La universidad de esta última ciudad ha sido la primera en publicar las conclusiones de su congreso 'Archaeology: Just add water', celebrado en 2019. En ellas se recoge la hazaña protagonizada por el Arqua.