Antonio Gómez Ribelles construye su casa

Así ha construido una colección de 17 obras de pequeño tamaño, de 14 X 20 cm. Montajes de dos, cuatro o cinco piezas, basadas la mayoría en fotografías impresas, papeles teñidos con té, acuarela o tinta, aplicaciones de gesso y dibujo con grafito y tinta. Y siempre con las plantas de interior como base. «He querido hacerlo íntimo, lo que me cabe en una mesa. Quería trabajar de manera muy personal, con muy pocos materiales. Ni hay caballete, ni he llenado, como en otras ocasiones, la casa de papeles. Ahora es algo sencillito. Más pequeño, más personal. Como si cupiera en un bolsillo».

«Yo estaba haciendo, en unos papeles hechos a mano, impresiones fotográficas de plantas. Todas ellas de interior, de mi casa, y algunas otras del patio. También de ramas secas y plantas secas que cogía por alrededor de mi casa. Viéndolo todo como un trabajo fotográfico, decidí que yo soy fundamentalmente pintor. Aunque hago fotografías, vídeos, instalaciones y poesías. En esta ocasión un trabajo fotográfico no me llenaba del todo», explica. Por ello decidió pintar sobre las fotografías realizadas. Lo que el llama «dominar, apropiarte de la imagen que viene de fuera, que es una imagen que tú observas, que ves a través de la cámara, que la imprimes y cuando ya te la pones sobre una mesa y empiezas a dibujar sobre ella la transformas en otra cosa».

Un proceso con «un contenido muy poético» porque «esas pequeñas plantas» cuentan «de qué manera yo voy haciéndome con todo lo que me rodea. Yo les voy dando vida, pero no a las plantas en sí, sino a las plantas de familia. De ahí viene el título. Yo soy la savia de interior, la savia de la casa, que da vida a todo lo que me está rodeando y a lo que me ha rodeado».

Y profundiza en el concepto de casa: «Yo vengo del norte, y me voy familiarizando con una manera de hacer casa. La casa es construir el lugar de uno mismo. Hacerla tuya. Dan igual las paredes, el espacio físico. Es más bien del espacio personal», dice el autor de esta muestra en la que, además de basarse en plantas, ha querido también incluir fotografías del álbum familiar. Manipuladas y pintadas también, este gesto es para Gómez Ribelles una forma de recuperar la biografía «no solo mía, sino de los que me han educado, criado y de los que tengo alrededor». Así coso esa historia y construyo la autobiografía a través de lo más cercano.

«Para mí es lógico ya» el proceso de manipular imágenes y convertirlas en pintura, dice el artista. «Yo pienso en imágenes y es muy normal incluir la pintura en la fotografía. Me da igual que se llame una cosa u otra, no me preocupa mantenerme en la pureza de las técnicas ni nada por el estilo. Yo uso lo que necesito y porque lo necesito. Y si tengo que aprender a dibujar de la manera más realista posible, lo hago», afirma el creador, que en 2012 inauguró la primera exposición en la que aparecían fotografías.

Abrió un mundo artístico nuevo al tratar de localizar, hace años, una fotografía familiar «que recordaba ver en casa de mi abuela, de una niña tocando un piano. Era una tía de mi madre que murió. Esa foto, que era grande para la época, la ampliamos y estuvo expuesta en el Palacio Molina de Cartagena. Y desde entonces, «ya con esa excusa de esa foto, empezaron a salir todos los álbumes de familia, una caja de galletas con fotos que me trajo mi hermano, que era de mis abuelos...» y el proceso de creación fue creciendo.

Según recoge Natalia Carbajosa en el texto que acompaña a la exposición, «la poesía visual de Antonio Gómez Ribelles no se articula como glosa de la imagen. No es una explicación, ni una alternativa, ni un texto al margen. Pero tampoco forma parte de un juego de correspondencias al uso, ni de un trampantojo, ni de nada que defina en un aparte el idioma en que la imagen (cada pliegue, cada trazo) comunica. En 'Savia de interior' la imagen es el texto mismo». La escritora, poeta, traductora y profesora de la UPCT acompañará además a Gómez Ribelles en la presentación de su nuevo libro-poemario, 'El castigo del exiliado' (La nube de piedra). Será este jueves, 11 de enero, a las 19.00 horas en el Salón de actos del Museo del Teatro Romano de Cartagena. Un libro que nace de las imágenes que ocupan el pensamiento del autor, pensamientos que se superponen y nos enseñan un pasado «que te rodea siempre».