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Domingo, 3 de marzo 2019, 02:28
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Multitud de personas abarrotaron la plaza de España para presenciar la guerra de cascarones y la batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma
Águilas. Si tiene ganas de fiesta, de desconectar, de pasar momentos de risas, de bailar, de soltarse la melena y de dejarse llevar, no se lo piense y venga a Águilas. La localidad costera celebra estos días su Carnaval, fiesta declarada de Interés Turístico Internacional, y las calles se convierten en un continuo jolgorio, en el que hay cabida para todo el mundo que quiera pasárselo bien. Prueba de ello es lo que vecinos y turistas vivieron ayer en la plaza de España, que acogió la tradicional Batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma, el pregón de la Musa y el del actor Ginés García Millán. Aunque los actos comenzaron pasadas las diez de la noche, desde mediodía se disfrutó una jornada a lo grande.
La céntrica plaza de España se puso de bote en bote a partir de las cuatro de la tarde, con carnavaleros ansiosos por probar las cuervas que servían ayer los locales de esta zona. No faltaron ni música, ni disfraces, ni bailes, ni bromas, ni copas, ni turistas. Y no cabía un alfiler. Muchos aprovecharon para hacer tiempo, entre cachondeo y farra, para presenciar la gran batalla dialéctica.
Por la tarde, a las 20.30 horas, el presidente de la Federación de Peñas del Carnaval, José Alonso, y la alcaldesa de Águilas, Mari Carmen Moreno, hicieron entrega en el Ayuntamiento de las Águilas Doradas, que recayeron en el pregonero, el lumbrerense Ginés García Millán, y en el presidente de Carthagineses y Romanos, José Antonio Meca. Además, Onda Regional de Murcia recibió la distinción de Cascarón de Oro.
Al acabar el acto, el Ballet Oficial de la Federación de Peñas del Carnaval saltó al escenario de la plaza y arrancó los primeros aplausos de la noche. Las bailarinas se dejaron la piel en las tablas para sorprender a los asistentes con logradas y aplaudidas coreografías.
Al finalizar, y con la Glorieta hecha un hervidero, Don Carnal, Ángel Juárez, y Doña Cuaresma, Mariola López, hicieron su aparición estelar en la plaza, cada uno por un lugar distinto. Acompañados de sus bandos, Juárez y López se aproximaron hasta llegar a la puerta del Ayuntamiento. Allí, después de varias miradas fulminantes, comenzó una intensa guerra de cascarones.
Llamó la atención el traje de Don Carnal, que representó a Dagda, el dios celta, creador de la naturaleza y protector de las artes. El vestido, en tonos amarillos, estaba confeccionado con mimbre, broches hechos a mano, una falda llena de collares y cascabeles, y un tocado con trenzas y flores. El atuendo también mostraba campanas y estopa. Juárez, con el pecho lleno de collares de piedras naturales y maquillaje corporal, parecía un guerrero. Por su parte, López, de negro luto y plata vieja, se inspiró de nuevo en Juana la Loca y recreó, con un ataúd portado por su séquito, el funeral de su esposo, Felipe el Hermoso.
«Te ha elegido el populacho como Don Carnal a ti / con tanta pluma y penacho / hoy te presentas aquí / vestido de mamarracho», dijo Doña Cuaresma. Don Carnal respondió: «Soy Dagda, dios de la chanza / el poseedor del caldero / del bien, el baile y la danza / y haré, pues soy gran guerrero, / contigo una venganza». La batalla continuó y el público expectante, rompió a gritar con entusiasmo cuando Don Carnal ganó la batalla después de que Doña Cuaresma concediera una semana de juerga y libertad.
Y llegó el turno de los pregones. La Musa, Cristina Román, pronunció un magnífico discurso desde el balcón del Ayuntamiento. «Mis aguileños y aguileñas / defensores de la pasión / hoy por fin cumplo mi promesa / desde este magnífico balcón», dijo. «Orgullosa estoy de vosotros / que con la magia como excusa / veréis brillar en mis ojos / la ilusión por ser vuestra musa», añadió.
El momento más esperado de la noche, como viene siendo habitual cada año, fue cuando el pregonero, el actor Ginés García Millán saludó desde el balcón enfundado en un frac. Y Millán, maestro de ceremonias, arrancó con pasión un pregón, escrito en quintillas, cargado de pasión y recuerdos: «Águilas es capital / de la alegría y la fiesta. / Qué bonica y señorial, / para muestra su Glorieta. / ¡Qué lugar tan principal». El público repitió la última sílaba del final de cada verso.
El actor reflejó sus recuerdos de cuando era joven y pasaba los veranos en Águilas, y recorrió todas y cada una de las partes del municipio. «Cuántas veces yo sentado / en un banco de esta plaza / con un amigo a mi lado / bien cerquica de La Pava / compartiendo lo soñado». Y continuó: «Ahora cuando yo paso / si hay zagalicos 'sentaos' / desacelero mi paso, / paso despacio a su 'lao' / diré lo que viene al caso». «Que lo mismo están hablando / y los mismos sueños son, / los amores como antaño, / las citas del espigón, / eso sí, 'wasapeando'».
Nombró la playa de La Carolina, La Higuerica, Calarreona, El Hornillo... No se dejó ni un solo rincón por reseñar, entrelazándolos con sus añoranzas. «Mañana a La Carolina / a darnos un remojón. / Dile que venga a tu prima / que le cante esa canción / de 'El Último de la Fila'», entonó. Tampoco faltó su homenaje a Paco Rabal. «La bella Calabardina / donde estaba La Sarita / y tanta gente bonica / con la Milana Bonita / y su familia querida». «'¿Cuándo has 'venío'?' Decía. / Nenico, ¿cuándo te vas? / ¡Qué bueno 'to' lo que hacía! / ¡Inmenso Paco Rabal! / ¡Infinita su valía!».
García Millán, emocionado, elogió: «Hermosa tierra eres parte / de aquel tiempo tan dichoso. / Siempre yo he de recordarte, / siempre en el corazón gozoso / por tu recuerdo imborrable». Continuó: «Paraíso que soñé, / lugar de primeros besos. / Paraíso que habité. / Los sitios de mi recreo. / Mi corazón llenaré / con el azul de tu cielo, / con el agua limpia y clara / de mis amores primeros / de los veranos que amaba / con mis amigos sinceros». Y prosiguió: «¡Y que triunfe la bondad! / ¡Viva la gente aguileña / y su fiesta principal! / Y que triunfe la belleza / del más grande Carnaval».
La gente aplaudió entre las estrofas. Y el actor, feliz de estar en Águilas, concluyó: «Como Paco ya lo dijo / yo me atrevo a repetir. / ¿Y cómo fue lo que dijo? / ¡Qué bien que se está aquí! / ¡Y que viva Águilas, pijo!».
Cuándo: Domingo, a las 18 horas.
Recorrido: Los 3.000 carnavaleros comenzarán el desfile en la residencia San Francisco, recorrerán la avenida Juan Carlos I, continuarán por la calle Carlos III y finalizarán el cortejo frente al Ícaro.
Duración: Unas tres horas.
Aparcamiento: Los asistentes pueden estacionar sus coches en el centro comercial Águilas Plaza y en el aparcamiento del recinto ferial. Son aconsejables los estacionamientos en El Rubial y en un solar ubicado en la calle Murcia.
Venta de entradas: Puntos de venta habilitados en la avenida Juan Carlos I. Precio: 10 y 12 euros.
Cuándo: Próximo martes, a partir de las 18 horas.
Recorrido: Idéntico,comenzarán el desfile en la residencia San Francisco, recorrerán la avenida Juan Carlos I, continuarán por la calle Carlos III y finalizarán el cortejo frente al Ícaro.
Venta de entradas: Puntos de venta habilitados en la avenida Juan Carlos I. Precio de las sillas y los palcos: 7 y 10 euros.
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