Carlitos gana a su manera

Carlos venía de hacer una temporada en tierra brutal. Solo la lesión en la final de Barcelona y el no poder ir a Madrid por esa dolencia le lastraron para no hacer algo más histórico, mientras que Sinner venía de incorporarse en Roma después de su sanción de dopaje.

Pero lo vivido este pasado domingo fue muy grande. No es que Carlos ganase después de una remontada histórica, es que 'Charly' lo hace a su manera, como a él le gusta, con puntos imposibles cuando más se jugaba y más difícil se veía.

Y es que Carlos es así. Él juega bien cuando lo hace a su manera, cuando las dejadas le empiezan a salir, cuando después de correr de un lado a otro de la pista le entra la pelota, a través de una derecha imposible o un revés paralelo que deja al rival sin palabras. Cuando es feliz, es imparable. Si el de El Palmar está a gusto, nadie le gana. Cuando van sus amigos a verle, se crece. Esa es su manera.

Alcaraz vuelve a callar a esas voces que lo critican por querer jugar y vivir a la manera que él quiere vivir el tenis, por ser diferente, ese aura especial que lo hace único. Los españoles y murcianos no somos conscientes de lo que estamos viviendo. Lo que está ocurriendo es tan extraordinario que aún no lo podemos digerir.

Ahora viene la temporada de hierba y antes tendrá que descansar y perderse tres días con unos amigos. Además de merecido, también es algo normal. Hace las cosas a su estilo, como los partidazos que vemos de él, como la final que nos regaló, que es para grabar y verla de vez en cuando, también por la entidad del rival, un italiano que seguramente realizó el mejor partido de su vida y aún con eso no pudo con el de El Palmar.

Carlos, al que dentro de poco le daremos oficialmente en persona el título de Socio de Honor en el Club de El Palmar, su club, debe y tiene que seguir así, a su manera, que le va muy bien.