¿Estamos solos? Tecnofirmas y biofirmas
La búsqueda de vida en el Universo es un trabajo permanente en el área de la astronomía contemporánea. Tecnofirmas son las señales de carácter tecnológico ... que podemos esperar encontrar revelando la existencia de civilizaciones. En 2018, el Congreso de los Estados Unidos adoptó la decisión de apoyar la búsqueda de tecnofirmas que avalaran la vida extraterrestre. Una de las vías de búsqueda de vida inteligente es a través de señales de radio emitidas.
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El término tecnofirma se debe a Jill Tarter, que conceptualiza las evidencias de alguna clase de tecnología que pueda detectarse. Las ondas de radio lo son y por sus especiales condiciones para la propagación a través del espacio se consideran señales reveladoras de vida inteligente. Hecha la salvedad de que hay que distinguirlas muy bien de las generadas en las estructuras del Universo, de forma natural y asociadas a procesos físicos bien caracterizados en los cuerpos estelares y sus interacciones. Hay muchas otras formas de evidenciar la existencia de vida inteligente. Las emisiones láser posibilitan un modo de comunicación, incluso óptico, cuando opera en la región del visible. Tampoco hay que descartar la propia existencia de megaestructuras que exijan un grado avanzado de inteligencia para su desarrollo e incluso rastros de contaminantes procedentes de actividades extraterrestres, no catalogadas como naturales. La presencia de clorofluorocarbonos, en nuestro caso, sería una huella casi indeleble de presencia humana.
Otro campo de investigación se centra en las biofirmas, es decir, elementos químicos que evidencien un mundo habitado. Implica observar las atmósferas de exoplanetas, aunque dado que no hay biofirmas universales, es complicado su búsqueda en otros mundos. En nuestro planeta el metano es producido por bacterias y el ganado y es muy frágil a la luz del sol. Por tanto, no es esperable que se acumule metano en una atmósfera y cuando se detecta hay que dirigir la atención a los procesos que lo generan, que no tiene por qué ser la vida, ya que puede también producirse en la actividad volcánica. En la Tierra, el 85% del metano proviene de organismos microscópicos. En Marte, todavía queda por responder si es un proceso natural y proviene de microbios o de un proceso denominado serpentinización en el que se genera metano al actuar agua con ciertos tipos de roca. Tanto los rovers Spirit como Oportunity, como mas recientemente Curiosity, detectaron incremento en la concentración de metano en la superficie. La medición fue controvertida. No hay respuesta razonable sobre el origen del metano en Marte.
La detección de biofirmas es complicada. Las atmósferas se analizan con telescopios, que pueden detectar la presencia de elementos químicos en una estrella y de un planeta. Así se ha detectado, por ejemplo, la presencia de agua en un pequeño planeta inferior en tamaño a Neptuno. De nuevo, no es suficiente la presencia de agua para suponer que hay vida. En la Tierra así ocurre, pero también puede haber agua y no haber vida.
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Venus
Las biofirmas no son concluyentes, hasta el momento presente. El oxígeno puede permanecer en una atmósfera mucho tiempo sin necesidad de reposición. Un planeta puede estar perdiendo el más ligero de los elementos, el hidrógeno, mientras retiene el oxígeno, con lo que su presencia no es definitoria como biofirma. El ozono puede deberse a procesos naturales y se ha detectado en Marte, Venus e incluso en satélites del sistema solar. No vale como biofirma.
El óxido nitroso, el gas de la risa, lo produce una bacteria presente en el suelo. Solo está presente en la Tierra. Se conjetura que pudo formarse en los comienzos de la Tierra por reacción del azufre con el nitrógeno. Pudiera estar presente en Marte y Venus. Podrían indicar vida o por el contrario, presencia por ser un planeta joven. Otro interesante es el isopreno, que se elabora de forma natural en los animales y en las plantas y generalmente es el hidruro más común en el cuerpo humano. Otra alternativa para biofirma parte del hecho de que no se analice la atmósfera, sino de que se analice la luz reflejada. En el caso de la Tierra la vegetación refleja las longitudes de onda entre 700 y 750 nanómetros.
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Estamos en el comienzo de una era en la que la búsqueda de vida extraterrestre está fundada en el uso de tecnología avanzada, que permite albergar la esperanza de encontrar tecnofirmas o biofirmas plausibles y razonables, que permitan tener certezas y descartar especulaciones.
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