Borrar
Triturado de restos de poda en campos de limoneros en la investigación en la que participa Rafael Olmos en la finca La Cañada Honda de Librilla. CEBAS-CSIC

Soluciones desde Librilla contra la burbuja del limón

Una investigación del Cebas-CSIC y otra con la implicación de la Universidad de Múnich apuntan a vías más sostenibles y rentables para el cítrico a partir de ensayos realizados en el municipio del Bajo Guadalentín

Martes, 27 de febrero 2024, 01:07

Comenta

La burbuja del limón ha estallado sin que sorprenda a nadie en el sector. Hace poco más de siete años, en septiembre de 2016, José Antonio García, director general de la interprofesional Ailimpo, auguraba con acierto un incremento de la demanda del dorado alimento del 12% hasta 2022, pero también el de la oferta en un 40%, sobredimensionada por los atractivos beneficios que se estaban generando en un cultivo liderado por la Región, donde ya se producía el 40% de toda la cosecha del cítrico nacional. La «fiebre de plantaciones limoneras a nivel mundial» se abocaba sin remedio a la «burbuja», como ya apuntaba sin medias tintas el líder sectorial, que también tenía claro su alcance: «afectará a todos los productores», y su fecha: «En siete años sobrarán 1,6 millones de toneladas en el mercado». Ese momento ya está aquí, y ha puesto en jaque a una de las principales ramas agrarias de la Comunidad, que ahora busca soluciones para salir de una crisis tan indeseada como prevista. En este contexto, dos jóvenes investigadores murcianos se han implicado en devolver algo de luz al horizonte del cítrico en estas tierras, la principal zona productora de Europa, a través del estudio de sendas posibles vías con dos puntos clave coincidentes: la sostenibilidad y Librilla.

La experta en manejo del suelo de la Universidad de Múnich (Alemania) Noelia García-Franco, ha comprobado cómo mejora la calidad del terreno hasta un 200% con prácticas sostenibles de cultivo de cítricos, lo que favorece la llegada a un mercado cada día más atento al respeto con el entorno de lo que consume. El camino de la conservación medioambiental también se encuentra en la propuesta de la investigación de Rafal Olmos, del Grupo de Aquaporinas del Cebas-CSIC, que centra su estudio en mejorar el uso del agua y las condiciones del suelo, «dos de los principales factores limitantes de la rentabilidad de la citricultura española», como él mismo explica, a través de una técnica de alcochado en la que se emplean los restos de poda compostados. Ambos trabajos se han ensayado en el municipio del Bajo Guadalentín.

«En Alemania, el limón ecológico tiene un precio de entre 0,99 a 1,20 euros por limón, dependiendo de la temporada, y los alemanes prefieren el limón ecológico», explicaba García-Franco el mes pasado. Unos días después, la investigadora ha enviado por WhatsApp una fotografía que acaba de hacer en un mercado local con el precio actualizado del cítrico español: 1,99 euros por pieza. Es decir, entre 8 y 10 euros por kilo, aproximadamente.

«El limón de Librilla debería tener una denominación de origen para competir con los que llegan de Turquía y Grecia a Europa», coinciden varios productores

La Región de Murcia ya tiene un buen trecho andado en una producción agraria bio que cada vez atrae más mercado. De hecho, esta Comunidad autónoma está a la cabeza de la agricultura ecológica en Europa. Casi una de cada tres hectáreas de su superficie de cultivo (32%, en concreto: 117.000 hectáreas) ya se dedica aquí a esta modalidad sostenible. Es una cuota muy superior a la que la Unión Europea aspira a contar en 2030, y que se limita al 25% (una de cada cuatro hectáreas).

El incremento enorme de la producción, con siete millones de limoneros plantados en España desde que el director general de Ailimpo realizó las advertencias que se recogen al inicio de este reportaje, ha saturado el mercado de cantidad. Ahora, la propuesta pasa por diferenciar el producto, para que pueda recuperar su rentabilidad, a través de la calidad.

«El limón de librilla debería tener una denominación de origen para competir con limones que llegan de Turquía y Grecia a Europa», apunta García Franco recogiendo las palabras de «Simeón, Ana, Concha y Antonio», productores de la zona en la que la investigadora ha basado su estudio. «Consideran que el limón de Librilla tiene unas cualidades únicas, además de que se cultiva bajo prácticas de manejo sostenible reconocidas por la FAO», abunda la especialista, que ya tiene concertada una reunión, para tratar de impulsar la iniciativa, con el alcalde de esta localidad donde la producción de limón es la más destacada dentro de su principal actividad económica: la agricultura.

Los alemanes, que prefieren el cítrico ecológico, ya pagan por cada kilo en el mercado entre ocho y diez euros

La investigación de la experta, que ha escrito un libro para niños sobre la importancia de conservar los suelos descargable en ocho idiomas directamente desde la web del ministerio de Educación y Ciencia alemán, se ha basado en unas fincas de la familia de un agricultor, ya fallecido, que trató de introducir prácticas más sostenible a partir de lo que vio de joven cuando trabajó en la vendimia francesas. «Al principio se le vio como al loco», lamenta, pero luego se ha ido demostrando que andaba bien encaminado.

En cuanto a la investigación de Rafael Olmos, licenciado en Ciencias Ambientales por la Universidad de Murcia y máster en Técnicas Avanzadas en Investigación y Desarrollo Agroalimentario por la Politécnica de Cartagena (UPCT), también «pretende mejorar la productividad agrícola de los cítricos promoviendo una agricultura sostenible». Básicamente, señala, el planteamiento de este especialista del Cebas-CSIC pasa por «reducir los impactos ambientales de la agricultura ecológica para hacerla más sostenible y productiva».

Más allá de la coyuntura de estallido de la burbuja cítrica, existe otro problema más estructural que se cierne sobre un sector que el investigador califica de «pilar muy importante en la agricultura de la Región de Murcia, donde los métodos y técnicas de cultivo son cruciales para asegurar la máxima productividad ante la disminución de las precipitaciones y el incremento de las temperaturas», en alusión al cambio climático que ya está reduciendo «la disponibilidad hídrica y nutricional de los árboles».

Su investigación «profundiza en novedosas técnicas de cultivo», afirma, y se centra en el impacto del acolchado con los restos de poda triturados y computados de los propios cítricos «sobre la microbiología del suelo, la nutrición mineral, el intercambio gaseoso, el crecimiento vegetativo del árbol y la producción en comparación con el cultivo con acolchados plásticos de diversos colores y el cultivo convencional sin ningún tipo de acolchado o enmienda vegetal».

De momento, en los primeros resultados obtenidos, la técnica propuesta ya ha demostrado la presencia de «niveles más altos de humedad y mayor concentración de nutrientes», derivados de la descomposición de esos restos, lo que redunda en un importante ahorro de agua y un mejor crecimiento del árbol y, finalmente, «de la productividad de los limoneros».

Esta solución, ensayada por el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (Cebas-CSIC) bajo el liderazgo de la científica Micaela Carvajal, en colaboración con la finca La Cañada Honda en Librilla, donde se están realizando los ensayos, recoge, en resumen, varios de los elementos que más se citan para la futura agricultura entre los especialistas: sostenibilidad medioambiental, economía circular, uso eficiente del agua, mejora bioquímica del suelo e incremento de la producción del cultivo.

  1. Viejos y perjudiciales usos se quedan atrás

El riego por inundación, o a manta, fue una práctica común en los campos de limones de la Región en la que no solo se derrochaba agua, sino que además «provoca una lixiviación y perdida de nutrientes y materia orgánica del suelo», al tiempo que contamina el terreno y el agua. «Hay eutrofización y salinización del agua», detalla la investigadora de la Universidad de Múnich Noelia García-Franco. Esta experta en suelos ha estudiado las consecuencias de los usos radicalmente distintos que han aplicado una serie de productores, familias entre sí, en el Paraje La Alberquilla, a la falda de la Sierra de Carrascoy, en Librilla, donde llevan más de dos décadas combinando prácticas de manejo sostenible, como la fertirrigación por goteo y el aprovechamiento de los restos de poda como cubierta vegetal del terreno.

«Esto ha conseguido disminuir la evaporación del agua del suelo, ha disminuido la mineralización de la materia orgánica, y también aumentó la producción. Además, como ya no queman los restos de poda, se evita esa emisión de CO2 a la atmósfera». El resultado, es un producto que precisa de menos laboreo, es más sostenible y se vende a mejor precio en unos mercados cada día más atentos al respeto medioambiental con el que se ha cultivado lo que consume.

El trabajo de García-Franco, publicado en 2021, lo realizó junto a las investigadoras del Cebas María Almagro y María Martínez para la Universidad Técnica de Múnich. «Los alemanes estaban interesados en este estudio, porque han visto que las lluvias son cada vez menores debido al cambio climático en su país, y querían comprobar la eficacia de los métodos de riego sostenible en zonas semiáridas, cómo de eficaz es usar los restos de poda para mejorar la estructura y fertilidad de los suelos», explica.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Soluciones desde Librilla contra la burbuja del limón

Soluciones desde Librilla contra la burbuja del limón