¿La mejor campaña de fruta de hueso desde los años ochenta?

La combinación de una producción «muy por encima de lo previsto, con calibres récord y un desarrollo óptimo de la fruta» ha dado lugar a una campaña de fruta de hueso en 2025 «excelente», según los representantes de las organizaciones del sector Joaquín Gómez, Pascual Hortelano y Antonio Moreno, de Apoexpa (Asociación de Productores-Exportadores de Frutas, Uva de Mesa y Otros Productos Agrarios), Fecoam (Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia) y UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos), respectivamente. Así se apuntó a principios de mes durante la jornada de balance de la campaña de la fruta de hueso de la Región de Murcia organizada por Proexport (Asociación de Productores-Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia), junto a la firma Agromarketing. La Consejería de Agricultura, por su parte, ofrece un cómputo más prudente, tras los episodios de granizo que hace dos meses truncaron una cosecha que apuntaba a ser récord.

De acuerdo con la información expuesta por los organizadores del citado evento, celebrado en el Valle de Ricote, el buen desarrollo de la cosecha de este año, «la mejor desde los años ochenta», aseguran, se debe a unas «condiciones climáticas favorables». Según la fuente, «en el mes de mayo, los calibres de la fruta duplicaron los de los últimos diez años, lo que ha resultado en una producción total mucho mayor de lo previsto».

Hortelano destacó la climatología «benevolente» que ha protagonizado esta campaña, «respetando las grandes tormentas y ofreciendo temperaturas adecuadas, lo que ha permitido que un 70% de la campaña se desarrolle de manera 'bastante aceptable' para los agricultores», siguiendo el testimonio facilitado por los responsables del encuentro. Esta campaña 2025 protagoniza lo que Hortelano califica de «año dopado», debido a estas condiciones excepcionalmente favorables.

Los organizadores de este balance no ofrecieron datos concretos. La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, en cambio, sí dio a conocer a mediados de junio las expectativas de que la producción de fruta de hueso superará previsiblemente las 356.000 toneladas. En concreto, estimó alcanzar una cosecha de más de 285.000 toneladas de melocotón, 59.000 de albaricoque, 7.500 de ciruela y más de 3.700 de cereza.

La consejera, Sara Rubira, apuntó que estas cifras, en línea con lo expuesto por los productores reunidos en el Valle de Ricote, «deberían ser muy superiores de no ser por los graves episodios de granizo del pasado mes de mayo y que provocaron la pérdida de 58.000 toneladas de fruta de hueso». Teniendo en cuenta que, en 2024, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la producción de fruta de hueso en la Región se aproximó a las 390.000 toneladas, la de 2025 no parece que vaya a superarla, si bien apuntaba a una cifra récord que la climatología, que inicialmente le ha favorecido, ha acabado truncando en forma de granizo. Precisamente la prevención ante este mal es uno de los asuntos debatidos por el sector en su encuentro de este mes en el acto del Valle de Ricote.

En concreto, se enfatizó la necesidad inminente de cubrir entre el 50% y el 70% de la superficie de fruta de hueso con mallas antigranizo o plástico en los próximos cinco años. Esta medida, convinieron, se considera esencial para asegurar la producción frente a fenómenos climáticos adversos y garantizar la continuidad del suministro a los clientes, más allá de la cobertura del seguro agrario.

Más allá del balance, en todo caso positivo, de este año, los ponentes del encuentro subrayaron también la urgencia de trabajar en varios frentes clave como el relevo generacional. Pese a la rentabilidad obtenida en un buen año como este, «el sector necesita atraer a jóvenes agricultores para garantizar su continuidad», afirman desde la organización.

En innovación varietal, «a pesar de que el sector ha mostrado una notable capacidad de adaptación desde la crisis de 2017», con la reducción de superficie a nivel europeo «y enfocándose en la calidad y las demandas del mercado», se destacó la necesidad de mejorar los procesos de ensayo antes de introducir nuevos taxones al mercado.

También se debatió en torno a la falta de mano de obra, «pese a las mejoras salariales y laborales»; la robotización; las plantaciones en espalderas; el cambio climático; la ley de la cadena alimentaria, y la necesidad de campañas de promoción, entre otros temas.