Viaje hacia el nombre de una mujer

Así es 'Estación de los besos incompletos' (MurciaLibro, 2021), una historia que, si bien se nos presenta como real, como autobiográfica, según avanzan las páginas crece el deseo por que sea todo parte de una ficción. Profundamente filosófica, lejos de caer los posibles bucles de los amores entre personajes, mantiene un ritmo llevadero a pesar de su densidad en reflexiones sobre la tristeza, el deseo y los recuerdos que machacan el presente con el incesante martillo de la duda.

Encontramos capítulos breves igual que otros que son más extensos, una gran variedad que recuerda a la de novelas como 'Rayuela', de Julio Cortázar, que trata también el tema de la búsqueda y que guarda muchos vínculos con esta obra de Pascual García, puesto que este libro empieza con una cita del libro del escritor argentino, '¿encontraría a la Maga?', así como los textos de Muñoz Molina que resuenan como ecos en las páginas de esta novela con un estilo muy depurado y una interioridad deslumbrante.

Las erosiones en el terreno sentimental existen. Tenemos un protagonista devastado, que no cesa en los debates internos que nacen del error y rodean al personaje de Úrsula, presente a lo largo de todo el libro, que va abriendo todas y cada una de las reflexiones. La intimidad se expone, el narrador se abre al mundo y nos narra el tormento. La búsqueda interna transporta al lector hacia la búsqueda de la respuesta.

La externa, por su parte, lleva a Andrés a una última estación en la que encontrarse a Úrsula.'Estación de los besos incompletos' es, en suma, una novela que también es un viaje, un viaje hacia el nombre de una mujer.