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Un Maigret absoluto

Simenon construyó un personaje que siempre duda, como si se juntaran las vacilaciones razonables y las que se pueden atribuir al sentido moral

J. ERNESTO AYALA-DIP

Lunes, 29 de noviembre 2021, 21:09

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Hay como una especie de malentendido en torno a la figura del escritor belga Georges Simenon. Primero que es un autor de novelas policiacas. Y ... segundo, que como es tal, se da por sentado que su importancia literaria en la historia de la novela a secas es relativa cuando no sencillamente menor. Todos hemos pasado por esta situación, respecto a Simenon (y a otros). Hasta que un día llega a nuestras manos un libro que no trata de su mítico personaje, el comisario Maigret. Supongamos que llega a nuestras manos, por ejemplo, una novelita como 'La prometida del señor Hire'. Y supongamos que la leemos. Y supongamos, en fin, que nos deja paralizados por su honda e inesperada tristeza. Entonces es cuando comenzamos a entender de qué va el fenómeno Simenon. Un fenómeno desde luego más complejo de lo que cabría esperar.

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