Lo inmutable
ANTONIO PARRA SANZ
Lunes, 29 de noviembre 2021, 21:09
Dícese de lo que no está sujeto a cambios, por mucho que se modifique o estalle todo lo que haya alrededor, y el señor Königsberg ... es el ejemplo palpable de esa inmutabilidad. Creado por Juan Jacinto Muñoz-Rengel, y sin poder escapar del sello característico del autor, nos encontramos ante un personaje que ha hecho de los trastornos obsesivos un modo de vida, y una rutina que, paradójicamente, le librará en varias ocasiones de la muerte.
Eso sí, a su alrededor, veremos florecer y marchitarse distopías, conspiraciones, visitas extraterrestres, epidemias apocalípticas y hasta un mundo empresarial que nos recordará, entre otros, a aquel laberinto kafkiano de 'El proceso' y, por qué no, al ambiente de Bartleby, aquel famoso escribiente estandarte del hastío y la negación.
En ese crisol de mundos y situaciones, Muñoz-Rengel hace gala de una gran agudeza, practicando de cuando en cuando una acerada crítica social, empleando un humor muy peculiar y tocando temas universales en lo humano, aunque los bañe con ese sarcasmo, esa ironía y esa sátira a la que nos tiene ya acostumbrados. Eso sí, el personaje, poco a poco, consigue que el lector pase de la repulsión al cariño, dándole así la razón al título de la novela.
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