Alimentos que mejoran la salud intestinal
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda una ingesta de 25 gramos de fibra por persona y día, algo a lo que se le atribuyen beneficios para la salud tales como un mejor tránsito intestinal, evitando el estreñimiento y favoreciendo la eliminación de toxinas; prevención de la obesidad, generando una mayor sensación de saciedad y ralentizando al absorción de carbohidratos; o control del azúcar en sangre, reduciendo la velocidad a la que el cuerpo descompone los carbohidratos y absorbe el azúcar, lo que permite regular los niveles de colesterol y glucosa en sangre; entre otros.
Estas recomendaciones, potenciadas por el uso de redes sociales –en las que son muchos los que promocionan un estilo de vida y una alimentación saludable–, lleva a que cada vez más la población busque productos ricos en fibra y opte por elegir aquellos que ayudan a su ingesta. Esto ha llevado a que la industria alimentaria se plantee cómo responder a las demandas de los consumidores y muchos fabricantes del sector de la alimentación y bebidas están adaptando sus formulaciones o desarrollando nuevas gamas de productos, una labor que se desarrolla en sus propios departamentos de I+D o en colaboración con Universidades, Centros Tecnológicos, etc.
Por esa segunda opción ha optado la empresa Zukan que a través de un proyecto CDTI y junto con la Universidad Politécnica de Cartagena ha desarrollado un proceso innovador de obtención de 'Fructooligosacáridos' (FOS), que permitirá fabricar FOS por primera vez en España.
«Los FOS son compuestos que están catalogados como prebióticos, que benefician la salud intestinal»
«Los FOS son un conjunto de compuestos que están catalogados como prebióticos, que benefician la salud intestinal a través de distintos mecanismos que favorecen la proliferación de microflora intestinal beneficiosa», explica María José Sánchez Martínez, doctora en Técnicas Avanzadas de I+D Agrario y Alimentario por la UPCT, cuya tesis doctoral ha dado como fruto los resultados que ahora explota la empresa.
Se trata de un tipo de fibra alimentaria que se encuentra de forma natural en distintos alimentos, como el plátano, la cebolla, la raíz de achicoria, el ajo, los espárragos, y algunos cereales como la cebada y el trigo, entre otros. «Los FOS se pueden utilizar en la formulación de distintos alimentos, para conseguir reducir el contenido de grasa y de azúcar, y en la formulación de suplementos alimenticios especialmente destinados a mantener una adecuada salud gastrointestinal», según Sánchez.
Dado que cuando se añaden FOS a un alimento, éste se hace más saludable, cada día se consume más este producto en la industria alimentaria, para obtener alimentos más sanos.
Los trabajos de investigación desarrollados en la UPCT se han centrado en la optimización del proceso de fabricación industrial de los FOS para conseguir un producto de gran calidad y a un precio competitivo. De hecho, precisamente, tal y como indica la investigadora, «las ventajas de la fabricación industrial de los FOS es que se pueden obtener de forma más competitiva, de forma más pura y con precios más bajos. Esto hace posible que se puedan utilizar más en la formulación de alimentos, reduciendo el contenido en grasa y en azúcar, y aumentando el contenido en fibra».
Entre los productos a los que se les pueden añadir estarían leches infantiles, productos de panadería, helados, embutidos o productos empanados, por mencionar algunos. Al ser considerados como sustancias GRAS (sustancias usadas como aditivos para alimentos, pero que son generalmente reconocidas como seguras) por la FDA, su contenido en alimentos puede variar entre un 2 y un 50 %.