Objetivo Dubái

Por sus palabras, Cánovas parece sentirse más que cómodo ante la responsabilidad que entraña representar a la 'marca España' con su arquitectura en un foro global que espera recibir a 25 millones de visitantes. Y ve en este desafío una «oportunidad de aprendizaje, con un equipo de profesionales multidisciplinar y de diferentes nacionalidades», declara a LA VERDAD en un descanso entre clase y clase en la Universidad Politécnica de Madrid, donde dirige el departamento de Proyectos Arquitectónicos. «Ya estamos en pleno montaje de la estructura y con los acabados del sótano», adelanta satisfecho.

El espacio que durante seis meses –de octubre de 2021 a marzo de 2022– acogerá a la delegación española en la Expo de Dubái, un escaparate internacional ideado bajo el lema 'Conectar mentes, construir el futuro', ocupará casi 6.000 metros cuadrados en la llamada zona de sostenibilidad (una de las tres áreas temáticas sobre los que girará la muestra; las otras dos son movilidad y oportunidad) y en un enclave estratégico entre dos potentes países: Alemania y Nueva Zelanda. El conjunto sobresale por sus chimeneas térmicas de 19 metros de altura (siete de las catorce proyectadas muestran ya sus esqueletos metálicos). Cubrirán la plaza que servirá como lugar de encuentro y recepción del público y tienen un cometido más práctico que estético: refrigerar esa estancia, absorbiendo el aire caliente. Sus creadores confían en que contribuyan a rebajar la temperatura hasta cuatro grados. La climatización se presenta como uno de los principales retos para mantener el confort de los visitantes en un enclave donde el termómetro registra una media de 35 grados.

Esas cúpulas cónicas han animado una primera 'tormenta' entorno al diseño de la exposición universal por los parecidos con la cubierta del pabellón de Austria. Andrés Cánovas admite «la extraña coincidencia» entre los dos proyectos (ambos salidos de sendos concursos públicos), que se conocieron con un solo día de diferencia, si bien remarca que se parecen «en la forma pero no en el contenido. El suyo es de hormigón y el nuestro de tela». Además, no es una idea original, sino que «estamos ante estructuras muy habituales en las casas árabes». Por si fuera poco, el 'buque insignia' del país alpino parece llamado a la demolición, una vez cumpla con su cometido, mientras que el pabellón de España perdurará debido a que, anuncia Cánovas, ya ha sido elegido para formar parte del Distrito 2020 de la ciudad: el recinto de la muestra internacional será reconvertido para integrar zonas verdes y residenciales con espacios de trabajo flexibles y colaborativos.

Pero el pabellón español ya fue concebido por sus creadores para disfrutar de una segunda vida una vez clausurada la exposición universal. Ese requisito estaba en el ADN del proyecto, y el equipo de Temperaturas Extremas ingenió unas estructuras ligeras desmontables y reutilizables, a partir de materiales ecológicos como madera, telas y esparto. La idea, al principio, era que el conjunto pudiera ser trasladado a España; de momento, no parece que sea ese su siguiente destino.

El espacio cubierto por esos volúmenes cónicos, donde encontrará acomodo la oferta de restauración y tapas, funcionará a modo de plaza pública, como punto de estancia y de encuentro, a la vez que para recibir a los visitantes. Será un lugar inspirado en esa costumbre tan mediterránea de relacionarse en la calle; una experiencia que Cánovas saborea siempre que su apretada agenda le permite acercarse hasta Los Nietos, a orillas del Mar Menor, su paraíso para el relax. Allí disfruta de la tranquilidad y de los amigos de siempre.

Desde el atrio de esa plaza cubierta, y a través de una rampa, se accederá a la planta subterránea que albergará una sala de exposiciones y un teatro. El pabellón une artesanía y tecnología. Así, las chimeneas térmicas estarán revestidas «de diversos materiales que hacen referencia a técnicas de aislamiento más tradicionales en combinación con soluciones innovadoras», indican desde el estudio de arquitectura. También contiene una carga simbólica: «el perfil de conos enlaza el mundo árabe y español en un espacio que refresca y protege del sol, a la vez que ofrece una imagen potente y reconocible».

Acción Cultural Española (AC/E), la empresa pública responsable de la presencia de España en las exposiciones universales e internacionales, adelanta que habrá dos áreas expositivas temáticas complementarias diseñadas por la unión temporal de empresas (UTE) formada por External Reference y Onionlab. 'Destellos', en la plaza bajo los conos, está compuesta por una serie de instalaciones que muestran algunas aportaciones españolas a la cultura universal y «realzan la relación cultural con el mundo árabe». Y 'El Bosque de la Inteligencia', en la planta enterrada, es una galería que remite a la rica biodiversidad, en la que se mostrarán «una serie de aportaciones españolas innovadoras a la sostenibilidad». Este bosque, construido con materiales reciclados y que captura CO2 como uno real, «será el espacio metafórico para este laboratorio del futuro», indica desde AC/E.

Para el atrio de acceso, Daniel Canogar ha creado una instalación artística titulada 'Dinamo', que sintetiza el lema 'Inteligencia para la vida'. Ese concepto será el eje conductor del pabellón «para mostrar el talento y dinamismo de las empresas españolas con el fin de compartir ideas y conocimientos y construir una visión de futuro».

En el teatro se mostrará 'Luna de agosto', una película sobre España dirigida por Nacho Vigalondo. Los organizadores del evento también han convocado un torneo mundial de ajedrez escolar por internet dirigido a los centros educativos, con alumnos con edades comprendidas entre los 14 y los 16 años, de los países participantes en la muestra. El objetivo es difundir el potencial de esta disciplina como herramienta educativa «de primer orden». Los equipos ganadores (las inscripciones pueden realizarse hasta el próximo 12 de noviembre) jugarán la final presencial en el marco de la Expo en Dubái.

El conjunto arquitectónico diseñado por el equipo de Amann, Cánovas y Maruri aspira a recibir a 2,5 millones de visitantes durante los 172 días que durará la cita. La firma murciana Iberchem, el mayor fabricante español de fragancias, se encargará de que el público disfrute de los olores más característicos del país, desde la humedad de los bosques españoles del norte al frescor del mar de las playas, gracias a un proyecto ideado expresamente para la ocasión. La entidad pública cree que Dubái 2020 (mantiene esa denominación pese al cambio de fechas por la pandemia) se convertirá «en un punto de encuentro de la comunidad global, una espléndida ocasión para mostrar la imagen más creativa de España y de su entramado empresarial».