La película de tu vida. ¿Cuál eliges?
Historias para la eternidad. Del cine mudo de Chaplin a 'La gran belleza' de Sorrentino y 'El baile de vampiros' de Polanski, pasando por 'La gata sobre el tejado de zinc' y 'El club de los poetas muertos'. Estas son algunas cintas seleccionadas por una quincena de murcianos
Una pregunta sencilla: ¿Cuál es su película favorita? Todos tenemos una. Incluso una para cada momento del día. El último columnista en tirantes, García Martínez, ... no se anda con medias tintas: 'Luces de la ciudad' (1931), de Chaplin. «Creo que se debe a que soy un llorón/sentimental y a que aprecio el humor como una de las cosas más importantes de la vida». El mendigo, Charlot, que se enamora de una cieguita florista a punto de ser embargada que lo confunde con un millonario. Ahí es nada. Chaplin es también el elegido del artista molinense Pepe Yagües, alborotador de morales y conciencias: 'El gran dictador' (1940), la primera película que vio en el cine cuando tenía ocho años. «Una sátira de los dictadores y los fascismos, mofándose y burlándose de los que anulan la libertad de expresión y la democracia fomentando la brutalidad y el odio hacia lo diferente. Es una película de gran vigencia que nos alerta del peligro del acceso al poder democráticamente de los intolerantes».
El cine es impredecible. El escritor alhameño Pedro Pujante, coordinador de la antología de relatos futuristas 'Sexo robótico', se decanta por 'Matrix' (1999), dirigida por las hermanas Lilly y Lana Wachowski. Ciencia ficción «muy entretenida, y técnica y argumentalmente impecable». «Me interesa la idea de que vivimos dentro de un videojuego, porque conecta filosóficamente con el Mito de la Caverna de Platón y reactualiza la visión de la vida como teatro o ilusión en Calderón de la Barca y en el empirismo de Berkeley. Es un filme que divierte, y que además te plantea cuestiones filosóficas de gran envergadura: ¿Qué significa ser humano? ¿Qué es la realidad?».
Antonio Parra Sanz, crítico literario de 'Ababol' y uno de los organizadores de Cartagena Negra, no pestañea al considerar 'Pulp fiction' (1994) la historia que más le ha fascinado «por su fuerza argumental y la originalidad al presentar sus distintas y paralelísticas tramas, por su versatilidad narrativa, los saltos en la línea temporal, y porque es una clase maestra de cómo hacer cine». Si además le añadimos «frases memorables y personajes llenos de fuerza» tendremos «una cinta capaz de seducir al espectador».
'Bailar en la oscuridad' (2000), de Lars von Trier, tiene absorbido a Juan Nicolás, jefe de Cultura Responsable-Economía Social de la Fundación Cepaim y codirector del congreso Artes y Diversidad. «Me marcó. Muestra el lado más miserable e inherente al ser humano que justifica el odio a una sociedad cruel injusta y despiadada. Una reflexión sobre la vulnerabilidad y el irremediable comportamiento egoísta e injusto del ser humano en una sociedad patriarcal y colonialista en crisis permanente».
Para la activista cultural Consuelo Mengual, promotora de los Encuentros con la Literatura de la UMU y 'cronista oficial' de la Orden del Meteorito, 'Cuando pasan las cigüeñas' (1958), del director ruso Letyat Zhuravlí, es eterna. «Exquisita expresión poética y fotográfica de su sufrimiento donde el blanco y negro convierte la belleza de su protagonista femenina, Tatiana Samóilova, en un drama sublime. El vuelo de las cigüeñas es la metáfora de la película, que anuncia desde el inicio lo que ni siquiera se podía prever: el cambio de la vida, el arrebato de lo que se ama». Para Mengual, en cierto modo, en esta historia del desasosiego «está latiendo la pregunta que hoy también nos hacemos: ¿Podemos elegir cuando las circunstancias nos superan?».
La escritora Lola Gracia, columnista dominical de LA VERDAD con su 'Punto G' y autora de 'El café en el cine', está fascinada con 'La gata sobre el tejado de zinc' (1958), de Richard Brooks, basada en la obra de Tenneesse Williams. ¡Ay, Murcia! y el viejo sur... «Y en ese escenario surge Maggie, la gata. Una rebelde». La primera vez que vio este filme se pasó varios días con Paul Newman y Elizabeth Taylor en su retina. «Tan bellos, tan infelices. Ella con ese afán de salir de la opresión, del hogar familiar, de un marido que la tiene abandonada. Un marido al que desea y ama. Ella huele su bata y le extraña más que nunca, y lo desea más que nunca. Qué soberbia imagen. Recuerdo a Paul Newman en Technicolor con los ojos azules más hermosos del universo. Y como escenario de fondo, esa cama revuelta y aburrida. Esa cama blanca, metálica, en eterno 'stand by', que aguarda con ansia el fin del asfixiante verano para que los bellos se reconcilien y hagan por fin el amor». En fin...
Jesús de la Peña, director del centro Puertas de Castilla y del festival de cine IBAFF de Murcia, ha visto «cientos de veces» 'El baile de los vampiros' (1967) de Roman Polanski. De la Peña es «un devorador de películas de vampiros». Aquí, «recoge absolutamente toda la iconografía vampírica, desde la apariencia gótica de sus imágenes a la cuidada puesta en escena, el uso del color, el esquema narrativo idéntico y acentuando, cómo no, los elementos sexuales y sangrientos del relato. Una película que hay que ver sí o sí».
La fotógrafa Pilar Morales, amante de los mares y de sagas épicas y fantásticas, es fan de dos «peliculones» que cojean del mismo pie: 'La notte' (1961), de Michelangelo Antonioni, y 'Le grand bleu', de Luc Besson. «Entre el cine asiático, que me encanta; mis temáticas del mar, y el neorrealismo italiano, en esa línea de Fellini, me flipa Antonioni y 'La notte' porque es una película de mi juventud, ¡qué manera de contar el deterioro de una relación de pareja!».
La pintora ciezana Paulina Real, en cambio, nos obliga a viajar a la meca de los sueños, Los Ángeles, a propósito de 'La la land' (2016). El Hollywood de los 50 espera. «Me encantan los personajes de Emma Stone y Ryan Gosling. Narra la vida de dos artistas que luchan por realizar sus sueños y la frustración y la dificultad para acceder a un mercado del arte que es manipulado por el sistema capitalista. El modo en que se narra el romance entre ellos me chifló, soy una persona de emociones, y el final me conmovió por lo triste del momento».
El director de la Filmoteca Regional Francisco Rabal, Ángel Cruz, no sería el mismo sin 'El club de los poetas muertos' (1989), de Peter Weir, ganadora del Oscar al mejor guión original y protagonizada por un inmortal Robin Williams. «Gracias a ella yo descubrí de alguna manera el séptimo arte. Fue la primera película de 'adultos' que fui a ver al cine solo, siendo niño. Un film que me dio la oportunidad de conocer al que a la postre sería uno de mis poetas favoritos: Walt Whitman. Y solo por ello, merece ser parte de mi vida. Carpe Diem».
Carmen M. Pujante, profesora de Literatura en la Universidad de Murcia, siente que traiciona a otras películas de su vida escogiendo 'La gran belleza' (2013), de Sorrentino. «Es que me hace sentir, sentir con su fotografía, sus movimientos de cámara, sus actores, su música, sus colores... incluso, en ocasiones, como oler, degustar, tocar, con los cinco sentidos a pleno rendimiento. Los detalles se multiplican 'ad infinitum' aun en los límites del encuadre de una cámara, el 'horror vacui' logra pronunciar paradójicamente el abismo del vacío y su vértigo y, haciendo justicia a los orígenes del cine, la obra alberga todas las artes. Es una película de pantalla grande y pequeña. Es una película de decadencia y barroquismo, y también de profundidad y pura belleza. Es una película y es arte».
La periodista Ana G. Salvago, que siente fascinación por 'Desayuno con diamantes', con Audrey Hepburn en su papel más alabado, selecciona «por siempre jamás» 'Gilda' (1947), de Charles Vidor, con aquella canción destacada 'Put the blame on mame', deshaciéndose de los guantes. Rita, sensualidad personificada.
«¡Qué difícil elegir una!», suspira Aurora Gil Bohórquez, profesora de Lengua castellana y Literatura, buceadora de novedades en literatura infantil y juvenil. En su caso, 'Historias de Filadelfia' (1940) no tiene rival. «Me dejo llevar por la arrolladora personalidad de una actriz: Katharine Hepburn. Siempre he disfrutado con sus películas, más de sesenta años haciendo cine, cuatro Oscar, una vida fuera de convenciones, defensora de la libertad de la mujer...». Cary Grant, James Stewart y ella, «una fascinante, atrevida y vulnerable Katharine Hepburn entre personajes estrafalarios, educados, tiernos y locos. Historia frívola, feliz y terapéutica, alejada de nuestras realidades, para estos inquietantes días de crisis». Isabel Martínez Llorente, promotora de 'Lectura sin plastificar', pide una cosa: «No me pidas que me decida entre el universo de Won Kar Wai y el que Medem cuenta en 'Los amantes del círculo polar'. De esta última casi puedo recitar escenas de memoria. Es mágica. De 'Deseando amar' me fascina el elogio a esa lentitud, el amor imposible, las miradas. Es elegante, un hondo pozo de sugerencias artísticas, casi pictóricas».
¡Falta vida para ver tanto cine!
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