'La autopsia'. Icónica fotografía del argentino Marcos López en la que se muestra en primer término el arma con el que falleció la difunta.

La muerte como parte de la vida

Two Art Gallery ofrece todas las caras del fin de la existencia en una exposición colectiva de artistas internacionales que supone el descubrimiento de una promesa del realismo, el yeclano Javier Bañón

Domingo, 1 de noviembre 2020, 09:17

En el arte vemos reflejadas todas las aristas de la condición humana, en la vida y en la muerte. De difuntos va precisamente 'Rigor ... Mortis', la exposición con la que hace unos días ha reabierto la galería Two Art Gallery [calle Acisclo Díaz de Murcia, frente a la ermita abandonada]. Una visita que hay que encarar con el mejor ánimo. En esta colectiva hay obras de primerísimos artistas envueltos en polémicas varias; algunas se muestran por primera vez en España. Eva Hernández, directora de Two Art Gallery, guía a LA VERDAD por este siniestro recorrido, uno de los atractivos de la ruta artística 'RUT-ART/visualizARTE' del Instituto de las Industrias Culturales y las Artes, iniciativa en la que participan con proyectos expositivos las galerías Bambara y Bisel, de Cartagena, y las murcianas Art Nueve, Darío Vigueras, La Aurora, Leucade, T20 y Two Art.

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'Rigor mortis' está concebida como una exposición «reflexiva», con el propósito de abordar la muerte alejada de los tabúes. «Es una etapa más de la vida», entiende Hernández. «No hay nada malo en que el espectador reflexione sobre ella. La función del arte es siempre enseñar lo que no queremos ver».

Hay artistas españoles y extranjeros, y hay pintura, escultura y fotografía. En unos casos son interpretaciones de obras antiguas, en otros son crítica social. Pasen y vean (¡y horrorícense!). Da la bienvenida Hitler crucificado a tamaño real, obra del taller de Laureano Gisca. Enfrente, la mítica imagen del argentino Marcos López de la autopsia como metáfora de un país que no pudo ser lo que soñaba.

1. 'La isla del tesoro'. Instalación que recrea la muerte de la infancia desde la visión de la artista belga Harma Heikens. 2. 'Abuela'. El realista yeclano Javier Bañón es la sorpresa de 'Rigor Mortis'. 3. Hitler en la cruz. 'El elegido', del polémico Laureano Gisca.

La belga Harma Heikens critica en la pieza titulada 'La isla del tesoro' el deterioro de los océanos por la excesiva contaminación. En esta instalación una niña de ojos cándidos y expresivos, ajena en su inocencia al mundo en el que está creciendo, es agarrada irremediablemente por la muerte que emerge de entre la basura marina. Heikens recibió amenazas de muerte por otra obra en la que aparecía una bandera de Estados Unidos en llamas. «Se retiró de la escena», dice Hernández, «y después de diez años está empezando a asomar la cabeza».

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En este «riguroso desfile de muertos y enterrados, y algún desenterrado que otro», comenta la comisaria, hay que fijarse especialmente en una 'pietà' del hiperrealista australiano Sam Jinks. Aquí vemos a un hijo con el padre en su peor hora. «Parece que estás notando su último aliento de vida». Escalofriante el color de la piel, la barba blanca del último día, la carne comiéndose los huesos...

El joven artista yeclano Javier Bañón es la revelación de 'Rigor mortis'. Discípulo aventajado de Antonio López, recrea el último trance de una anciana inanimada, su abuela, una pieza que todos podríamos recomponer imaginariamente variando el rostro de la protagonista. A su lado, los rosales que han perdido la vigorosidad, porque también las flores mueren con los que dejan de regarlas. Los niños muertos en un atentado de Enrique Marty y la gran cabeza del norteamericano Joseph Seigenthaler en 3D tampoco les van a dejar dormir.

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