Sorpresa Nobel

El carácter político del Nobel de la Paz ha estado envuelto en la controversia con mucha más frecuencia que las otras cinco categorías de premios Nobel. Mucha gente, entre ellos el mismo premiado, se sorprendió cuando el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue Nobel en 2009. En 2015, el exdirector del Instituto Nobel, Geir Lundestad, insinuó en declaraciones a la BBC que el comité que decidió premiar a Obama se arrepintió después de su decisión. En los ocho años de Obama en la Casa Blanca, tropas estadounidenses combatieron en Afganistán, Irak y Siria. La decisión de premiar a Arafat causó queun miembro del Comité, el político noruego Kare Kristiansen, dimitiera como protesta.

En 1973, el entonces secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, fue Nobel de la Paz, un dirigente envuelto en episodios polémicos de la política exterior de su país, como los bombardeos secretos en Camboya o el apoyo a regímenes militares en Sudamérica. Junto a Kissinger fue premiado el líder norvietnamita Le DucTho, por su papel en la negociación de un alto el fuego en la guerra de Vietnam.Dos miembros del comité de los Nobel renunciaron y el 'New York Times' se refirió al premio como el Nobel de la Guerra. Como curiosidad sorprendente, nunca fue premiado Gandhi. Putin fue nominado en 2014 y 2021. El Nobel de la Paz 2024 se ha otorgado a la organización japonesa 'Nihon Hidankyo', por sus esfuerzos a favor de un mundo sin armas. ¡No está mal!

Dos excepciones, no menos sorprendentes, se han dado en la historia del galardón. La gran mayoría de los galardonados aceptan, pero no todos. Jean-Paul Sartre, escritor, filósofo y divino izquierdista radical, solicitó por escrito a la Academia sueca que nunca fuera incluido como candidato. En 1964 no aceptó el premio, pero exigió el dinero que conllevaba. El creador de 'Doctor Zhivago', Boris Pasternak, aceptó, pero el Gobierno de la URSS le obligó a rechazarlo, con amenazas de destierro, entre otras.

Ahora, los Nobel de Química y Física han subrayado la intersección entre la Inteligencia Artificial y el avance científico. En Física, John Hopfield y Geoffrey Hinton, por sus trabajos pioneros en el aprendizaje automático y las redes neuronales. Inciden en muchas áreas, desdemodelización climática hasta la imagen médica, tecnologías de aprendizaje profundo, esenciales en el procesamiento del lenguaje, reconocimiento facial y aplicaciones en el ámbito de la salud. No están exentos de polémica y muchas voces del gremio señalaron que aquello no era Física, sino Matemáticas. Además, dicen que Hinton es un psicólogo devenido informático, ¡casi un sacrilegio! En el Nobel de Química, Hassabis y Jumper desarrollaron un sistema de IA que ha resuelto el problema histórico de predecir la estructura de las proteínas con una precisión que ha revolucionado la Biología Molecular, permitiendo a los investigadores entender el plegamiento de proteínas, un proceso crucial para el desarrollo de nuevos fármacos. Las contribuciones de Baker, han facilitado el diseño de proteínas completamente nuevas, con aplicaciones potenciales que van desde la generación de medicamentos hasta la nanotecnología. Estos logros no sólo marcan un avance significativo en la ciencia de las proteínas, también subrayan el papel transformador de la IA en la exploración científica moderna. Todo muy mezclado con la bioinformática. La controversia es el grito levantado por algunos '¡No es Química!', '¡Otra vez la IA!', '¿Cuándo volveremos a la pureza de la Química?'... han sido reacciones publicadas..

La esencia y pureza son cuestiones del pasado. Hoy, son usuales las intersecciones de las disciplinasclásicas. Con el impulso de la IA, era de esperar que en Literatura accediera ChatGPT. No fue así. La subcoreana Han Kang ha roto el hechizo. Y casi nadie la conoce. Esa puede ser la controversia. Hoy, como dice el cosmólogo Brian Keating, otorgar los Nobel científicos de forma individual es un anacronismo. Ningún científico avanza sólo. La IA es un acompañante cualificado. ¡Así son las cosas!