«Manifesta 8 caerá como un ovni sobre Murcia y Cartagena y lo quemará todo»
Satisfecho con su escenografía para el 'Cuento de Navidad' de La Ferroviaria, confía en que el movimiento ciudadano surgido en torno al yacimiento de San Esteban no decaiga Ángel Haro Pintor, escultor y escenógrafo
ANTONIO ARCO
Sábado, 19 de diciembre 2009, 02:38
Habla sentado Ángel Haro (Valencia, 1958) en su trono particular, un antiguo y señorial sillón de barbero que ha situado junto a la pequeña chimenea de hierro con la que intenta calentar su gigantesco estudio. Habla con una copa de vino tinto en la mano, con firmeza, encantado con su participación en el 'Cuento de Navidad' recién estrenado por La Ferroviaria.
-Se le ve a usted contento.
-Lo normal: Paco Maciá ha dirigido con La Ferroviaria un 'Cuento de Navidad' de Dickens que me parece realmente una maravilla, y cuya escenografía he tenido la suerte de hacer; y, también, ver que los ciudadanos de Murcia hemos sido capaces de movilizarnos en un tema como el de los restos árabes de San Esteban te permite respirar un poco y tener un poco de esperanza en poder recuperar el protagonismo que nos corresponde, y al que renunciamos cada vez más y casi siempre en favor de los políticos.
-Usted, junto a la escritora Lola López Mondéjar y al arquitecto Juan Antonio Sánchez Morales, impulsó un manifiesto de artistas e intelectuales que pedían que «todo el material arqueológico permaneciera en su emplazamiento original». Misión cumplida.
-Nuestro papel fue muy pequeñito, el mérito es de los ciudadanos, que parecen haber recuperado el orgullo de serlo. Sepa que no hay muchos artistas en esta Región que estén dispuestos a 'mojarse', no vaya a ser que molesten al poder.
-Ellos sabrán, ¿no?
-Me hacen gracia esos artistas supuestamente muy comprometidos, muy anticapitalistas, antiglobalización, antiviolencia, muy implicados con el feminismo y tal, y que en cuanto tienen un problema cercano salen corriendo, son los que más se callan y los que más miran para otro lado. En fin...
-¿Esperaba que al final se decidiera no hacer el parking para poder custodiar y potenciar mejor el yacimiento?
-Aquí había dos debates. Uno empresarial: parking sí o parking no, que en mi caso particular estaba claro. Yo no estoy en contra de que se haga un parking, para nada, lo que pasa es que el de San Esteban ha tenido la fatalidad de estar previsto en un lugar donde han aparecido unos vestigios, que yo no voy a valorar con detalle porque no soy un experto, pero que es fácil entender que son de enorme interés. A mí lo que me alegra es que en esta Murcia nuestra, donde es verdad que somos muy indolentes, incluso con nuestras propias cosas, por una vez veo un atisbo de madurez, en el sentido de que una sociedad madura es aquella que defiende su patrimonio y su memoria; y por ahí tiene que ir el debate, sobre todo en un momento en el que se nos está empezando a querer imponer una especie de debate bastardo sobre nuestra identidad, qué somos y qué no somos. Y, sinceramente, si solamente somos la borrachera del Bando de la Huerta, la verdad es que no merece la pena ser murciano. Nuestra identidad como Región está también debajo de nuestros pies.
Responsablemente
-¿Qué le ha causado asombro?
-Me ha asombrado en todo este debate, por ejemplo, la falta de opinión, o la forma de mirar para otro lado, de instituciones que se deberían haber pronunciado sobre el yacimiento porque se supone que tienen la obligación de velar responsablemente por nuestro patrimonio cultural. Me refiero a las dos academias existentes, la Academia Alfonso X el Sabio y la Real Academia de Bellas Artes Santa María de la Arrixaca, y por supuesto a la Universidad de Murcia. Tenían que tener opinión, a favor o en contra pero tener opinión, qué menos. Me parece terrible que una Academia como la de Alfonso X el Sabio no diga nada sobre algo que afecta directamente a la Historia de Murcia, que se supone que es clave en los intereses de esta institución.
-¿Cree usted que el movimiento ciudadano se ha movido por intereses políticos?
-Yo lo que he visto ha sido un movimiento de sensibilidad instintiva, por decirlo de alguna manera. La mayoría de la gente que nos hemos movido en este tema no somos expertos, pero tenemos sensibilidad e instinto, y afortunadamente el instinto todavía va, a veces, por delante de la razón.
-¿Qué opina del comportamien to
de la clase política? Finalmente el presidente Valcárcel (PP) se comportó con rotundidad anunciando máxima prioridad para el yacimiento.
-Así es, y acertó. Pero está claro que la clase política, en general, funciona últimamente como las emisoras de radio o las cadenas de televisión: el 'share' es lo fundamental. Si hay audiencia se mueven en un sentido, y si no la hay se mueven en otro. No creo que existan ya esos partidos políticos que tenían una opinión que mantenían por convicción. Cambian de opinión rápidamente e incluso niegan haber tenido otra que la que les interesa decir que tienen en cada momento. Creo que tenemos que acostumbrarnos a la esquizofrenia de la política; a la esquizofrenia y al cinismo.
-La concejal de Cultura de Murcia, Fátima Barnuevo, ha dicho que la apuesta por el yacimiento de San Esteban dará un gran impulso a la candidatura de Murcia para poder ser Capital Europea de la Cultura. Las cosas que hay que oír.
-Increíble. Murcia ciudad no ha hecho ni de lejos sus deberes, y la Consejería de Cultura, a pesar de los supuestos grandes eventos culturales de los que presume, tampoco. Murcia no tiene hoy, para nada, un peso específico que la haga merecedora de ser Capital Europea de la Cultura.
-2010 es el año de la celebración, en Murcia y Cartagena, de Manifesta 8, la itinerante bienal europea de arte contemporáneo (la dirige Hedwig Fijen) en la que la Consejería de Cultura invertirá más de tres millones de euros. ¿La espera usted con expectación?
-No creo que en la Región haya ninguna expectación, y personalmente no tengo mucha curiosidad porque yo sufrí ya una Manifesta en San Sebastián (en 2004) y sé lo poco que supuso para la ciudad y no digamos ya para el mundo del arte. Yo me encontraba allí trabajando en una ópera, junto a Paco Rabanne, y nos cayó Manifesta encima. No sólo no aportó nada, sino que esa aportación nula costó también mucho dinero.
Recomponernos
-¿No ve movimiento entre los creadores murcianos?
-No veo ningún movimiento, pero me imagino que el artista al que llamen para ofrecerle algún 'proyectillo' algo se moverá. A los responsables de Manifesta no creo que les interese nada lo que pensamos aquí.
-¿Sigue creyendo que Manifesta 8 será «una bobada carísima»?
-Mejor que una bobada carísima, otra bobada carísima, porque empezamos a acostumbrarnos a que así sea siempre. Ya vamos teniendo callo en esto. Le pagamos un dineral a señores como Carlos Urroz y a unos comisarios de exposiciones -(se refiere Haro a Nicolas Bourriaud, el peruano Jota Castro, el mexicano Cuauhtémoc Medina...)- que están ganando mucho dinero gracias a Murcia y a los que Cultura deja que hagan lo que quieran. Estos de Manifesta 8, lo que le darán a algún artista murciano que elijan es una migajita para disimular, que no se equivoque la gente. El dinero público se va a invertir en cuestiones que no van a beneficiar para nada a la estructura artística y cultural de Murcia y Cartagena. Y tampoco veo a cientos de miles de personas viniendo a visitarnos porque aquí se celebre Manifesta 8, no seamos ilusos.
-¿Cree que nos cae encima como un platillo volador?
-Sí, Manifesta 8 es un ovni que llega, aterrizará sobre Murcia y Cartagena, lo quemará todo y se irá. Y los demás nos quedaremos aquí a recomponer los desechos y a esperar a que llegue otro ovni.