Los itinerarios del agua
Mary Montaña ·
Con el agua como eje de esta aventura, el municipio de Calasparra ofrece la oportunidad de explorar la naturaleza, acercarse a los primeros pobladores y sumergirse en el pasado remoto de una tierra plena de valores naturales, culturales y geológicos.
La propuesta de hoy es doble, incluye un paseo fluvial por el primer tramo del Espacio Natural Protegido del Cañón de Almadenes, el que discurre por el término municipal de Calasparra, y un viaje al centro de la tierra durante una visita a la Cueva del Puerto.
La jornada comienza en Venta Reales, donde los participantes en la expedición se reúnen con los monitores de Qalat Naturaleza y Aventura para embarcarse en una balsa neumática a conocer a fondo la vegetación de ribera y la rica fauna que puebla este bello tramo del río Segura. Desde un pequeño embarcadero construido a la altura de El Viso, los 'remeros' se embarcan en busca de la huella de nuestros antepasados prehistóricos. Son casi 4 kilómetros de singladura entre las paredes que el curso del agua horadó aprovechando fallas y fracturas en la roca. En las estribaciones de las sierras del Molino y las Paleras, las orillas del río aparecen cubiertas por una frondosa vegetación de ribera que le va ganando la batalla a la invasora caña: sauces, álamos negros y plateados, olmos, zarzamoras, carrizos, eneas, tarays y baladres, que ahora exhiben sus llamativas flores. Durante el tranquilo recorrido, en el que el silencio se convierte en una bendición, el canto de las aves multiplica su volumen encajado entre las paredes, el elegante vuelo de una garza se convierte en un espectáculo admirable y el reposo al sol de los galápagos leprosos en una sorpresa para los visitantes.
A mitad del recorrido, la parada es obligatoria para bucear en los orígenes del hombre y descubrir uno de los 120 abrigos y cuevas de arte rupestre que hay en la Región y que el próximo 5 de diciembre cumplen 20 años de su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Son los Abrigos del Pozo, conocidos popularmente como la Cueva de los Monigotes. Con restos arqueológicos que van desde los romanos hasta hace 10.000 años, estas paredes excavadas por el agua sirvieron de refugio al hombre del Neolítico, que dejó su huella en la roca. Las pinturas, esquemáticas, representan figuras humanas y animales, además de símbolos que aún nadie ha podido descifrar; además, en los 7 metros de sedimento acumulados sobre el suelo rocoso aún aguardan muchos secretos.
Otras cuevas y abrigos que pobló el hombre en la prehistoria son visibles, en la margen izquierda del río, desde la balsa neumática. De nuevo a remos sobre ella, un caudal de agua entra a borbotones por la margen derecha. Es el Quípar, que aporta su caudal al Segura tras atravesar sus Almadenes, antes de que el río nos lleve hasta la presa de la Mulata, donde la expedición desembarca.
Ya en el Centro de Visitantes de la Cueva del Puerto, un bocadillo y un botellín de agua sirven para reponer fuerzas antes de continuar por los caminos que traza el agua. En esta ocasión, bajo la tierra de la Sierra del Puerto-Cabeza del Asno. Aquí el tiempo se detiene y se acompasa a la lenta labor del agua al esculpir estalactitas y estalagmitas, cortinas, medusas, garbanzos, estalactitas excéntricas, escudos y columnas, a un ritmo de centímetro por siglo; y la imaginación echa a volar descubriendo formas animales y humanas a cada paso: chimpancés, delfines, osos, brujas de cuento, troncos de palmera, recargadas bóvedas cual capillas, caballos picassianos... Solo tienen que abrir bien los ojos y cerrar la boca para sacar el máximo partido. Pasean por territorio marino (hace 145 millones de años), por el taller de orfebre que el agua termal instaló en el interior de esta sierra (la cueva es de origen hipogénico) y que dio forma a una maravilla subterránea conectada con el Gorgotón de Cieza. Son 700 metros de recorrido, a 18 grados de temperatura y 98% de humedad: una hora y media por el interior de un laberinto para realizar un viaje mágico al centro de la tierra.
Paseo fluvial y visita a la Cueva del Puerto
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Precio 22 euros adultos (niños mayores de 4 años, 20 euros)
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Características Los Almadenes, de los que se recorre el primer tramo (de El Viso al Alto de Almadenes), es un espacio natural protegido tanto por su fauna (nutrias, galápagos leprosos, murciélagos, aves acuáticas, odonatos...) como por su flora (bosque de ribera) y por la presencia de restos arqueológicos que se remontan a la prehistoria.La Cueva del Puerto, la de mayor longitud horizontal de la Región (aunque solo 700 m. son visitables) y una de las mayores de España, es un testimonio del pasado remoto de la Región. Tiene su origen en el Cretácico (hace 145 millones de años) y está ligado al mar. Luego, la actividad hidrotermal moldeó bóvedas y paredes. Y, finalmente, el agua que se filtra entre las calizas ha esculpido este sorprendente tesoro.
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Cómo hacer la actividad Qalat Naturaleza y Aventura. C/ Mayor, 14. Calasparra. Reservas: 968 723000 y en info@qalat.com. 'Dos experiencias en un mismo destino', permite dedicar la mañana al agua: un paseo fluvial en balsa neumática por el Segura, entre el paraje de El Viso y La Mulata, con visita a los Abrigos del Pozo para conocer las pinturas rupestres, datadas en el Neolítico; y una visita turística a las entrañas de la tierra, en la Sierra del Puerto, para admirar cómo el agua ha esculpido durante millones de años sorprendentes espeleotemas en la Cueva del Puerto. La actividad doble incluye almuerzo. Es ideal para realizarla en familia.