Rincones con alma: Las Mulas

Pepa García

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Viernes, 25 de agosto 2017, 08:55

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Enmarcadas por acantilados, se extienden las finas y doradas arenas de la Cala de las Mulas. Una ensenada recoleta en la que es fácil sentirse un ‘robinson’, despojarse del ajetreo diario y lanzarse a disfrutar del mar. Sus aguas son un cristal transparente bajo el que bulle la vida. Caleta solitaria, las escarpadas rocas laminadas de la orilla dibujan, junto a la arena, pequeños cuencos que han ido lamiendo las olas y se han convertido en soláriums ideales para reposar en contacto con la naturaleza y respirar la brisa marina. El verde fluorescente de las algas contrasta con el tono oscuro de la piedra. Disfrutar de este rincón paradisíaco, incluido en el espacio natural del Parque Regional Calblanque, es un placer mayúsculo que hay que saber apreciar, respetar y preservar. Para llegar, dejen a un lado los vehículos a motor y permítanse un agradable y cómodo paseo, una delicia a un paso de la masificación del turismo, rodeado por un entorno rural cuya protección le ha permitido permanecer casi virgen en medio de la vorágine urbanizadora del Mediterráneo. La ruta parte de la Fuente Grande, en Los Belones, primero por un PR señalizado y, desde el paraje de los Huncos, por el ramal derecho del GR-92. Cuando vean la costa a su alcance, sigan descendiendo y los senderos les llevarán a las calas de Huncos, una ‘piscina’ natural, y Las Mulas.