El Ayuntamiento de Sevilla y la Cámara de Comercio de aquella ciudad preparan una ordenanza para proteger a todos los comercios con más de cuatro ... décadas de historia, que se dedican a alguna actividad singular o poseen elementos patrimoniales destacados. Con esa medida pretenden acentuar la originalidad de los establecimientos que cumplan al menos uno de esos requisitos y que estos puedan promocionarse como tal, principalmente entre turistas, que son los que más valoran dicha oferta.
En esa catalogación entrarán un buen número de tabernas que dan carácter especial a la capital andaluza, pero también multitud de comercios de barrio que tanto predominan en esas calles impregnadas de incienso y azahar todo el año. La normativa entrará en vigor en otoño, justo cuando los comerciantes consideran que empezará la etapa de mayor incertidumbre en esta 'nueva normalidad' de la Covid.
Hay ciudades que tratan de salvar su comercio de toda la vida a cualquier precio. Otras no, porque ya lo perdieron. Tascas, mercerías, almacenes, sastrerías y zapaterías de nuestras medianas localidades hace tiempo que dejaron su sitio a restaurantes de diseño minimalista y franquicias de moda en serie. Cuando no grandes almacenes. Hasta los sombreros se compran ahora en el chino de la esquina, compartiendo expositor con las escobas. Lo siguiente que ocurrirá será el cierre de esas tiendas en serie.
Es cuestión de tiempo. Las grandes marcas de la moda han abandonado las calles más céntricas de Nueva York por el descenso de ventas ocasionado por el auge de las ventas por internet y los altos alquileres. El fenómeno afecta principalmente a la emblemática Quinta Avenida, que ha perdido en los últimos dos años un tercio de sus espectaculares negocios. El efecto se ha contagiado con rapidez a las exclusivas tiendas del Soho. Si eso ocurre en la capital del mundo, qué no ocurrirá aquí.
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