Entre el día y la noche

Siempre que visité con el promotor el solar, nos sedujo la idea de volcarnos hacia las vistas del campo de golf, en la zona de día y mantener la privacidad en la zona de noche. Para ello las orientaciones jugaron un papel fundamental.

La vivienda debía ser sencilla, contundente y, obviamente, que funcionara muy bien.

Para ello, en planta baja se generó un paralelepípedo rotundo que albergara cocina salón, mirando al campo de golf a través de una piscina con desborde; esta es la zona de día. Como charnela, entre zonas se genera la entrada, majestuosa con escalera y alabastro, que articula la vivienda, la zona de noche es compacta y funcional.

En planta primera el paralelepípedo cambia de sentido para obtener una doble altura y un mirador que proyecta un porche en planta baja.

El uso de materiales ayuda a la definición de los volúmenes obteniendo una imagen cerrada desde el exterior pero muy permeable desde el interior.