Casa hermanos Vicente Cortés

Una casa hecha para dos hermanos, donde habitar todo el año. Ubicada en una parcela pegada a la carretera, pero con vistas al Mar Mediterráneo; la casa permite mirar sin ser visto, guardando la intimidad de la vida de sus usuarios. En planta baja se muestra libre, casi sin particiones, en un gran espacio fluido que se abre completamente al exterior, mediante grandes ventanales que van de suelo a techo. Un espacio pensado para el esparcimiento, el encuentro y las fiestas, donde también se ubica la piscina, considerada aquí como el elemento interior sobre el que la casa gira, haciéndose presente desde todos los espacios. Su importancia es tal, que el proyecto podría considerarse una casa para una piscina, como se significa a través de la escalera principal en su vuelo.

«... La casa, escalonada en altura, mira; es un filtro de luz, un obturador que se abre o se cierra; se muestra o se refleja. El mar dentro, en forma de agua y el sol fuera, en sus ventanales cálidamente ahumados en su sombra. La dualidad siempre manifiesta; dos, como sus habitantes...».

Arriba se encuentran los dormitorios, entendidos como células íntimas para cada uno de los hermanos, totalmente independientes, mientras que el sótano se ha destinado a los vehículos y la ubicación de las energías renovables.