Casa para mis padres

«Mi padre me pidió una casa con una cubierta inclinada de teja y un balcón mirando al mar», cuenta siempre Juan Antonio Santa-Cruz Alemán para hablarnos de esta casa de veraneo que creó para sus padres hace ya casi 40 años.

Probablemente ni la cubierta de teja ni el balcón son lo que más llama la atención de esta vivienda, y es que sorprender es una de las máximas de Santa-Cruz Arquitectos. Sorprender y conectar. Conectar con las personas que van a vivir en los espacios que proyectan, por eso esta vivienda familiar de veraneo se concibe como un gran espacio común y protagonista, un espacio de reunión y unión familiar en torno al cual las estancias se distribuyen en diferentes alturas.

De este proyecto, destacan también sus autores, tantos años después de su inauguración, otro aspecto fundamental de su arquitectura: la durabilidad. Durabilidad tanto por la calidad del diseño como por la técnica constructiva, pues un diseño original y bien concebido no entiende de modas. Así, creen que esta vivienda, aunque responde a las corrientes arquitectónicas de su tiempo, es suficientemente singular como para seguir siendo un ejemplo de arquitectura de calidad tantos años después.