Imagen de archivo de una persona limpiando un horno. Imagen de Freepik

El secreto de las bayetas de microfibra: la clave está en distinguir sus dos caras

Una experta asegura que «los resultados serán mucho mejores» si las utilizas correctamente

Ana de Dios

Lunes, 26 de mayo 2025, 20:46

Las bayetas de microfibra se han convertido en una herramienta fundamental para la limpieza del hogar. Como su nombre indica, están fabricadas con fibras extremadamente pequeñas, lo que les otorga varias ventajas frente a otros tipos de paños. Una de las más destacadas es que no dejan rastros ni pelusas, como sí ocurre con las bayetas tradicionales. Además, son mucho más absorbentes y, gracias a las características de su tejido, arrastran más polvo y suciedad en una sola pasada.

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Sin embargo, hay un aspecto de estas bayetas que muchas personas desconocen: según el lado que utilices, el resultado final puede variar considerablemente. La experta en limpieza y organización Mabel Mendoza, conocida en redes sociales como @mbelmendoza, ha compartido un dato curioso que puede marcar un antes y un después en la forma en que usamos estas bayetas.

Resulta que estos paños cuentan con dos caras distintas. A simple vista puede parecer que ambos lados son iguales, pero no es así. «¿Sabías que las bayetas de microfibra tienen dos caras?», comenta Mabel. Y añade que cada una tiene una función específica: «Una es la interior, que sirve para extender el producto de limpieza, y la otra es la exterior, que se utiliza para secar».

La diferencia está en la textura de las fibras. La cara interior tiene la fibra más corta, ideal para limpiar, mientras que la exterior presenta una fibra más larga, perfecta para secar sin dejar marcas. Si se utilizan al revés, es probable que las superficies queden con rastros o no tan limpias como deberían.

Ahora bien, ¿cómo distinguir entre ambas caras? La clave está en observar la longitud de las fibras: la más corta es para aplicar el producto, y la más larga para secar o repasar la superficie. Un pequeño detalle que puede mejorar significativamente los resultados de limpieza.

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Otros objetos cotidianos con funciones que quizá desconocías

Al igual que las bayetas, otros productos del hogar esconden funciones poco conocidas pero muy útiles. La bolsa de basura, por ejemplo, es uno de ellos. Muchas veces, al sacarla del paquete, la colocamos en el cubo sin fijarnos en su orientación. La clave está en la costura: esta indica cuál es el lado correcto. Si la colocas al revés, con la parte perfumada en contacto directo con los residuos, la bolsa pierde eficacia a la hora de neutralizar olores. Las bolsas modernas están diseñadas para liberar fragancia hacia el exterior, por lo que es importante colocarlas correctamente para aprovechar este beneficio.

Otro ejemplo es la plancha de ropa. En su parte frontal, muchas cuentan con una pequeña ranura que a menudo pasa desapercibida. Esta ranura está diseñada específicamente para facilitar el planchado de zonas complicadas, como los cuellos de las camisas o camisetas. A diferencia de la base plana de la plancha, que puede ser menos precisa, esta parte permite tratar áreas más delicadas sin deformarlas ni estirarlas, logrando un acabado más limpio y profesional.

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