Arregla las cremalleras atascadas con un solo producto: tardarás menos de un minuto

¿Cuántas veces te has encontrado la cremallera atascada de una chaqueta o de un bolso en el momento menos oportuno? Este contratiempo ocurre muy a menudo con aquellas prendas que se llevan usando cierto tiempo, ya que los dientes tienen la tendencia a quedarse atrapados con algún hilo u otro elemento que impide deslizar correctamente el engranaje. No obstante, puede ocurrir que esta situación se dé porque llevan una larga temporada sin utilizarse y se hayan endurecido.

La realidad es que el cierre no se ha roto por completo ni hay que cambiarlo. Hay una serie de trucos que permiten reparar la cremallera con facilidad en función del tipo de desperfecto que tenga. Uno muy habitual es que al moverla se empieza a abrir por la parte que ya estaba cerrada. En este caso, lo único que hay que hacer es desplazar el cabezal hasta el final de la prenda y apretar con unos alicates el área abierta hasta que el engranaje se ajuste perfectamente.

Un fallo muy habitual es que la tela de la ropa o el bolso se incruste entre los dientes y no deje al mecanismo funcionar correctamente. Para esta situación, hay una solución muy rápida y sencilla. Además, a diferencia de otro tipo de arreglos, no hay que usar ninguna herramienta de bricolaje ni tampoco ejercer fuerza sobre el tejido. Lucía Lipperheide, más conocida en Instagram como @homes.styles, ha compartido una estrategia para resolver este desperfecto en segundos.

Esta técnica tan solo requiere de una vela y un secador. En primer lugar, hay que cerrar la cremallera y frotar el artículo por todos los dientes. A continuación, se debe secar durante unos segundos para disolver la cera por la superficie. Por último, si quedan restos, se puede limpiar con un paño que no desprenda pelusa para evitar que se atasque nuevamente. De este modo, la vela actuará como lubricante y facilitará notablemente el deslizamiento.

Otro truco muy recomendable es el uso de la vaselina. Este método, al igual que el anterior, resulta muy económico, ya que es un producto que se suele tener en casa. Para ello, tan solo se necesita aplicar una pequeña cantidad en los dientes de la cremallera y mover el cabezal hacia arriba y hacia abajo para distribuir bien el producto. Se aconseja echar muy poco para evitar que el polvo o la suciedad se queden pegados.