¿Puedo hacer vida normal después de vacunarme contra la COVID-19?

Después de un año de pandemia, todos deseamos que nuestra vida vuelva a ser la de antes, y el inicio de la campaña de vacunación para hacer frente a la COVID-19 ha supuesto un soplo de esperanza.

A pesar de que el ritmo de vacunación es lento, ya son 7.736.611 las dosis administradas en España y 2.644.076 las personas con pauta completa, es decir, que han recibido las dos dosis necesarias para completar la vacunación.

¿Esto quiere decir que hay más de dos millones y medio de personas que ya pueden volver a hacer vida normal? La respuesta es no. Esta es una de las dudas frecuentes que suele despertar la vacunación.

Seguimos en proceso de transición hacia una nueva normalidad. Ponerse la vacuna no nos garantiza la inmunidad. Según el Gobierno de España, “la inmunización (entendida como protección frente a la enfermedad) no está asegurada en el 100% de las personas vacunadas”.

Esto quiere decir que, a pesar de que las vacunas actualmente autorizadas producen una respuesta inmune protectora elevada a las personas vacunadas con las dosis recomendadas, sigue existiendo un pequeño porcentaje de riesgo de infección.

-Comirnaty, de Pfizer/BioNtech: 95% tras la administración de dos dosis con una separación de 21 días

-Moderna: 94,1% tras la administración de dos dosis con una separación de 28 días

-AstraZeneca: 59,5% tras la administración de dos dosis con una separación de entre 4 y 12 semanas

-Janssen: 66,9% a los 14 días tras la administración de la dosis de la vacuna

Este no es el único motivo por el que las personas vacunadas no pueden comenzar a salir a la calle sin mascarillas y sin cumplir el resto de las medidas de seguridad, como se hacía antes de que se declarara la pandemia por COVID-19.

Estas vacunas proporcionan protección frente a la enfermedad con síntomas, por lo que se desconoce si la vacunación impide que las personas vacunadas se infecten y, siendo asintomáticas, puedan transmitir el virus a otras personas. Desde el Gobierno indican que esto es algo que se irá “conociendo a medida que se vaya vacunando a la población”.

Otro de los motivos por los que las personas tienen que seguir llevando precaución y no considerarse inmunes frente a la COVID-19 es que, por el momento, se desconoce cuánto dura la protección de las vacunas, es decir, por cuánto tiempo son efectivas y nos protegen.

Por todos estas razones, desde el Gobierno de España recomiendan como algo “vital” que todas las personas, estén vacunadas o no, continúen con las medidas de prevención conocidas como las 6 M's: 

1. Mascarilla: utilización de la mascarilla según las indicaciones

2. Manos: lavado de manos frecuente y de la forma correcta en que recomienda la OMS

3. Metros: mantener la distancia interpersonal de seguridad de 1,5 metros para protegernos de los aerosoles

4. Menos contactos: limitar el número de personas con las que nos relacionamos

5. Más ventilación: priorizando las actividades al aire libre o en espacios bien ventilados

6. “Me quedo en casa”: al notar cualquier síntoma y mientras se esperan las pruebas y los resultados ante posible contagio o contacto por COVID-19.

Al vacunarnos lo que hacemos es prevenir la COVID-19 así como disminuir su gravedad y mortalidad. Conforme más personas se vayan vacunando y protegiendo frente al virus, habrá menor probabilidad de que el resto de personas se expongan al virus (sobre todo aquellas que son más vulnerables a sufrir la enfermedad con mayor gravedad).