¿Quién tiene más probabilidades de sufrir una trombosis venosa cerebral?
Estos son los factores de riesgo de la enfermedad grave detectada que ha provocado la paralización de la administración de la vacuna de AstraZeneca
El Ministerio de Sanidad ha paralizado la administración de la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19. Desde el pasado 16 de marzo y durante un plazo de 15 días, se suspende la vacunación contra la Covid-19 por prudencia después de la notificación de varios casos de eventos trombóticos en algunos países europeos, entre los que se encuentra España.
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Se han detectado al menos una treintena de casos de trombos entre las más de 17 millones de personas vacunadas entre Reino Unido y la Unión Europea. Desde el Ministerio de Sanidad explican que el porcentaje de casos de eventos tromboembólicos “no mostraba una desproporción entre el número de casos notificados entre las personas vacunadas y el número de casos que ocurren de forma natural en la población general”.
Sin embargo, lo que les ha preocupado y el motivo por el que se ha optado por suspender temporalmente la administración de la vacuna ha sido la aparición de casos de trombosis venosa cerebral, ya que son muy poco frecuentes en la población general.
En España se han notificado tres casos de este tipo de trombos, uno de ellos el de una mujer de 43 años en Marbella que ha fallecido.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios se encuentra investigando de “manera exhaustiva” si la relación entre los casos de trombosis en personas vacunadas se trata de algo temporal o causal, es decir, si la administración de la vacuna ha provocado la disminución del número de plaquetas en sangre que genera la obstrucción de las venas cerebrales o se trata de una mera casualidad.
Trombosis venosa cerebral: qué es y factores de riesgo
La Sociedad Española de Neurología junto con la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia definen la trombosis venosa cerebral como “un cuadro producido por la obstrucción de las venas que reciben el flujo sanguíneo del cerebro y lo canalizan de vuelta hacia el corazón”.
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Este cuadro dificulta que la sangre salga hacia el cerebro, lo que provoca un aumento de la presión intracraneal, que en sus casos más graves puede llevar a producir infartos cerebrales y hemorragias cerebrales, es decir, ictus.
Tal y como explican en el documento que han creado en conjunto estas asociaciones, la diferencia entre el ictus y la trombosis venosa radica en su origen. La trombosis venosa se produce en una vena mientras que el ictus lo hace en una arteria. A pesar de que los síntomas de ambos puedan parecerse (cefaleas agudas), la trombosis venosa cerebral es mucho menos frecuente que el ictus “pero el diagnóstico precoz es importante en ambos casos, pues las opciones terapéuticas son diferentes”.
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Según la Sociedad Española de Neurología, las trombosis venosas cerebrales representan menos de un 0,5% de los casos totales de enfermedades cerebrovasculares en España y su incidencia es del 1 o 1,3% de casos por 100.000 habitantes al año.
Existen diversas enfermedades o situaciones que aumentan el riesgo de tener una trombosis de senos venosos como, por ejemplo, las infecciones graves o el cáncer.
Esta enfermedad grave es ligeramente más frecuente en las mujeres y en los pacientes jóvenes. “Aunque el riesgo es bajo, también se ha descrito asociación con la toma de anticonceptivos con elevada carga estrogénica, el embarazo y especialmente el puerperio”, explican desde la Sociedad Española de Neurología.
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¿Qué pasa con la segunda dosis de AstraZeneca?
La Ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha dicho que todavía “hay tiempo” para poder administrar las segundas dosis de la vacuna de AstraZeneca que se han quedado pendientes tras la paralizar la vacunación. La suspensión durará, de momento, 15 días mientras que el plazo para administrar la segunda dosis es de 10 a 12 semanas.
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