Túnel entre aguas turbulentas
Noruega perforará un monte para que sus barcos eviten el peligroso mar de Stadhavet. Se prevé que el primer corredor para buques de gran tamaño del mundo esté listo en 2023
ISABEL IBÁÑEZ
Domingo, 1 de julio 2018, 15:49
Los historiadores noruegos han probado que los vikingos preferían acarrear por tierra sus drakares -estrechos barcos de madera suficientemente ligeros para poder ser transportados- antes que aventurarse en las temibles aguas del Mar de Stadhavet, y eso pese a que eran expertos navegantes. Las tormentas en aquella zona de la costa noruega alcanzan proporciones épicas y, en la actualidad, los buques prefieren esperar a que el tiempo mejore antes que bordear la península de Stad, como están obligados aún a día de hoy. Sin embargo, Noruega ha encontrado la forma de evitar pérdidas de tiempo, dinero y combustible con un sorprendente 'atajo': horadarán la montaña en la zona más estrecha de la península de Stad a través de 1,7 kilómetros para construir el túnel marítimo más grande del mundo, con sus 33 metros de alto desde el agua y unos 36 de ancho.
Según la web oficial de turismo de Noruega, la idea de construir ese paso para barcos lleva siendo discutida en el país desde 1874, como quedó recogido en su día en un artículo del periódico 'Nordre Bergenhus Amtstidende', «aunque la península de Stad es bien conocida como área problemática para la navegación desde hace muchos siglos». Ahora, aquella solución terrestre de los aguerridos vikingos se convertirá en navegable prácticamente por el mismo punto con la perforación de este paso, el primero en el mundo de estas características; por lo general, los corredores para barcos suelen ser pequeños canales, una especie de pasillos sin techo, pero en esta zona el monte alcanza hasta 335 metros de altura, lo que habría hecho aún más complicado el proyecto. Se prevé que las máquinas comiencen a horadar en los próximos meses para que en 2023 esté abierto este paso, el llamado Stad Ship Tunnel, por el que cruzarán entre 70 y 120 buques de todo tipo cada día, aunque tendrán preferencia los de grandes dimensiones, de hasta 16.000 toneladas.
Agustín Sánchez-Arcilla es catedrático de Ingeniería Hidráulica, Marítima y Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña: «No es la primera vez que se construyen túneles para embarcaciones, pero ésta es sin duda una obra única por sus características y dimensiones. La meteorología y la oceanografía en este tramo de costa noruega aconsejan soluciones alternativas, puesto que las condiciones pueden ser muy difíciles en la época de invierno. Si a esto añadimos las incertidumbres que plantea el cambio climático y el deshielo polar sobre el clima de oleaje en esta zona, la solución tiene aún más interés».
Parachoques de goma
El proyecto contempla colocar a dos cuadrillas de trabajadores a ambos lados del monte para que comiencen a perforar y se encuentren más o menos a la mitad. Ambas 'orillas' estarán equipadas con paredes de hormigón revestidas en su parte inferior por topes o parachoques de goma para evitar las consecuencias de impactos laterales. Sánchez-Arcilla añade que los aspectos de «seguridad y la calidad del agua dentro del túnel serán importantes y habrán de ser tenidas en cuenta». Además, y en función del nivel de la marea, será importante «controlar el calado necesario para que los buques puedan atravesarlo con seguridad, particularmente en condiciones de plena carga. Con los medios que hay hoy en día disponibles para predecir el nivel medio del mar en condiciones de calma, tormenta o según la estación, esta información oceanográfica debería ser utilizada tanto en los extremos del túnel como para garantizar la seguridad en el interior del mismo».
No existen en el mundo infraestructuras similares a este túnel. Lo habitual es encontrar soluciones a la manera del Canal del Mediodía, en Francia, 241 kilómetros navegables a cielo descubierto y entre árboles que unen el río Garona, en Toulouse, con el mar Mediterráneo.