Ten en cuenta esto antes de comprarte tus zapatillas de deporte para evitar lesiones

Ya sea que entrenes en el gimnasio, practiques 'running' o cualquier otro tipo de deporte, es fundamental que escojas el calzado adecuado para evitar cualquier problema. Y es que utilizar unas zapatillas que no se ajusten a las necesidades del tipo de ejercicio, no solo puede causar ampollas, callosidades e incluso fascitis plantar. Además, no solo afecta a los pies, también a otras partes del cuerpo como las caderas, los tobillos, la cadera o la columna.

Por ello, a la hora de comprar este tipo de calzado, es recomendable tener en cuenta ciertas cosas. Por ejemplo, los profesionales conocer tu tipo de pie y pisada, para ello puedes consultar a un especialista en calzado deportivo o utilizar dispositivos como plantillas para determinar si tienes un pie plano, un pie con arco alto o una pisada pronadora o supinadora. Además, también es importante considerar el tipo de ejercicio y superficie en el que se va a practicar: Si lo haces en terrenos irregulares, es posible que necesites zapatillas con mayor tracción y estabilidad, pero si lo haces en superficies más planas, es posible que necesites un calzado con suela que no deje marcas.

También hay que ser conscientes con el hecho de que las zapatillas tienen de 'fecha de caducidad' y aunque en su momento, al comprarlas hayas tenido en cuenta todos esos factores, al utilizarlas, es normal que se desgasten y con ello pierdan su capacidad de amortiguación y soporte. Usar calzado desgastado puede aumentar el riesgo de lesiones y no proporcionará el nivel de protección necesario para tus huesos y articulaciones. Ya sea por el hecho de que tu calzado ya no te proteja lo suficiente o porque te acabas de iniciar en el mundo del deporte, es posible que te vengan bien unos consejos extra para elegirlos adecuadamente.

Desde la clínica podologíca FeetMedic dan una serie de recomendaciones a tener en cuenta. Los primeros en lo que te debes fijar es en el balancín anterior, ya que este ayudará «en la fase de despegue». También hay que tener en cuenta el contrafuerte, o la parte trasera de la zapatilla. Su consejo es que sea «rígido para neutralizar el contrapié».

También prestar atención al 'drop', la diferencia de altura entre el talón y la parte delantera del pie. Cuanto mayor sea el drop, más inclinado será el ángulo entre el talón y la parte delantera del pie. Según explica, el especialista tiene que estar entre los 6 milímetros. Por último tenemos el test de retorcimiento: «Una zapatilla necesita soportar esta prueba», señala este profesional.