Día de las Librerías: un recorrido por las cinco más atractivas del mundo

Hay quien concibe las librerías como el templo en el que descansan los sueños. Un rincón cimentado sobre una base de tinta y papel que abre sus puertas a los que buscan sumergirse en una realidad paralela. Ese negocio que hace honor a la imaginación, a la creatividad y se pone al servicio de los que desconectan del ajetreo rutinario entre páginas.

Cierto es que algunos relatos calan más que otros. No hay mayor certeza que mirar al estante y recordar aquella historia que nos ha acompañado desde que tenemos uso de razón. Y es que, a fin de cuentas, los libros carecen de fecha de caducidad, se heredan entre generaciones y, como diría Vargas Llosa, son «una de las pocas evidencias de que la gente sigue pensando». Este sábado, 11 de noviembre, se conmemora el Día de las Librerías. Una jornada en la que hacer un recorrido virtual por algunas de las más emblemáticas a nivel mundial.

Algunos fantasean con la idea de que la escritora J. K. Rowling se inspiró en este enclave para dar vida a la saga de Harry Potter. Mito o no, la realidad es que su decoración neogótica y con guiños al 'art nouveau' capta la atención de los que visitan Oporto. Xavier Esteves fue el ingeniero que diseñó esta librería, considerada una de las más bellas de Europa. Desde 1906, decora el centro histórico de la ciudad, donde cada jornada se vislumbra una larga cola de curiosos que quieren comprobar la belleza del interior.

Este negocio parisino ha sido testigo de las tragedias y éxitos de la capital francesa en los últimos 100 años. Ese lugar en el que antaño fue el punto de encuentro de escritores como Ernest Hemingway, F. Scott Fitzgerald, Ezra Pound y Joyce ahora ha diversificado sus servicios y hace a la par de librería y hospedaje. Una oportunidad para pernoctar en un rincón que lastra un pasado repleto de espinas.

Sus orígenes se remontan a 1919, cuando la mismísima Sylvia Beach, autora de Shakespeare and Company, regentó este epicentro cultural. Con la ocupación alemana en 1941, el refugio cerró sus puertas para siempre. Volvieron a abrirse, pero en otra ubicación, esta vez con vistas privilegiadas: en el barrio de St-Germain-des-Près, junto al río Sena y con una panorámica a la Catedral de Notre Dame. Su esencia permanece intacta y sigue dejando huella en la ciudad del amor.

Londres alberga una meca literaria flotante, donde se organizan charlas, recitales e incluso conciertos a bordo. Sus historias acostumbraban a navegar por las aguas fluviales de la capital y se anclaban en cuatro puntos distintos: Camden Lock, Angel, Hackeny y Paddington. Sin embargo, perdió su licencia y tuvo que amarrarse permanentemente en Regent's Canal Towpath, donde todavía persiste su colección de novelas de segunda mano.

El que fuera un teatro con cuatro hileras de palcos y una platea ha reconvertido su uso en una majestuosa librería, que conserva su arquitectura original impoluta. Sus escenarios acogieron a artistas de distintas generaciones y nacionalidades desde 1919 hasta 1982, cuando el telón se bajó para habilitar el espacio en un cine.

Así fue hasta 1999, año en el que el proyector dejó de emitir imágenes de manera definitiva. Meses más tarde, ya en el año 2000, los libros y las estanterías invadieron el patio de butacas. Una parada obligatoria entre aquellos que pisan la capital argentina, que recorren sus 4.000 metros cuadrados acompañados de una taza de café.

Más que una librería es una experiencia visual entre palabras. Una auténtica obra arquitectónica que juega con los efectos ópticos en todo su perímetro. Rompe así con el estereotipo clásico de los negocios literarios para ofrecer un viaje inmersivo a través de salas que desafían la gravedad: pasear por un túnel de libros, rincones con siluetas envolventes o estanterías infinitas. Un lugar que arrasa en China y que atrae a los turistas más curiosos.

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