Descubre por qué se contagian los bostezos
No importa la situación en la que estés, irremediablemente caerás en esta involuntaria acción
María José Timoteo
Miércoles, 9 de febrero 2022, 01:47
¿Qué sueles hacer al despertarte? Igual si te hiciesen esta pregunta no pensarías en responder bostezar, pero es algo que muchos suelen hacer cuando se despiertan. Ya sea recién levantado o durante la mañana a más de uno un lunes por la mañana se le escapa algún bostezo durante la reunión de primera hora en el trabajo.
Por lo general, entre los seres humanos existe la creencia de que bostezar está asociado al sueño o al aburrimiento, pero poco se sabe de por qué se produce un bostezo. Lo que muchos se preguntan es por qué al ver a tu compañero de pupitre bostezando acto seguido el que está bostezando eres tú. Es una acción totalmente involuntaria y automática, da igual la situación en la que estés, solo, trabajando, en clase... Irremediablemente no podrás evitar bostezar.
¿Por qué sucede esto? Una de las teorías más aceptadas tiene que ver con el concepto de la empatía, sentimiento de identificación con algo o alguien. De esta forma, cuando ves a alguien abrir la boca el ser humano se siente reflejado y entonces también bosteza. No solo las personas bostezan, muchos otros animales como los monos, los perros y hasta los peces bostezan. Lo que puede que no sepas es que incluso antes de nacer, a las escasas 20 semanas de gestación, también se bosteza.
Estudio de la Universidad de Nottingham
Además de la teoría de que las personas bostezan cuando tienen sueño existen verdaderos estudios que aportan una visión diferente sobre este tema. Según un estudio realizado por la Universidad de Nottingham, el origen del bostezo se encuentra en la corteza motora primaria del cerebro. Esta zona cerebral está relacionada con los movimientos que el ser humano realiza mediante impulsos neuronales.
Durante la investigación seleccionaron a 36 voluntarios, les pusieron un vídeo de bostezos. Se contabilizaron los que hicieron durante el tiempo de duración del vídeo, tanto ejecutados como reprimidos. Después se llevaron a cabo ciertas técnicas de estimulación magnética transcraneal TMS para ver si también podían incitar al bostezo. El resultado fue que existe relación entre la actividad neuronal y el acto de bostezar.
Con estas técnicas de TMS pudieron demostrar que la facilidad con la que se contagia un bostezo está relacionada con la excitabilidad cortical, es decir ganas de hacerlo, y la inhibición fisiológica del córtex motor primario de cada persona. Lo que debes retener de estos conceptos es que la necesidad de bostezar es diferente en cada persona.
Otra de las conclusiones que sacaron de este estudio es que no se puede evitar un bostezo. Los investigadores les dijeron a los voluntarios que intentaran reprimirlo, pero les fue casi imposible cuando alguien bostezaba al lado. Además, intentar frenar el bostezo solo aumentaba las ganas de hacerlo, por la excitabilidad. La conclusión es que el aumento de estímulos se traduce en un incremento de excitabilidad, por lo que aumenta el número de bostezos.