El riesgo de que los niños utilicen gel hidroalcohólico
La OCU ha advertido del peligro que este producto de higiene para prevenir los contagios de Covid-19 puede provocar en los niños
La Organización de Consumidores y Usuarios ha denunciado un aumento de lesiones en niños provocadas por el uso inadecuado o el abuso de los geles hidroalcohólicos. Según el Servicio de Información Toxicológica, en los primeros diez meses de 2020 se notificaron casi 900 intoxicaciones en España.
De estos 900 casos, 585 fueron en niños, 368 de ellos menores de dos años. Esto supone la multiplicación por diez de las intoxicaciones en nuestro país, que en 2019 tan solo notificó 90 casos.
La OCU recoge que el 84% de estas intoxicaciones accidentales fueron producidas por vía oral, un 7% a través de los ojos y casi un 3% por inhalación. Además, en la mayor parte de los casos provocaron síntomas leves como irritación del aparato digestivo, vómitos o diarrea, tos, enrojecimiento ocular, lagrimeo o visión borrosa.
Lesiones oculares potencialmente peligrosas
Esta organización advierte del peligro que puede suponer la utilización de geles hidroalcohólicos en niños pequeños, ya que pueden llevárselo a la boca (directamente del bote o desde sus propias manos) y a los ojos, ya que puede llegar a producir daños en la córnea.
España no es el único país en el que se han dado situaciones de este tipo. En Francia también se ha alertado de estos riesgos. Por ejemplo, entre abril y agosto de 2020, 16 niños tuvieron que recibir atención hospitalaria por daños en la córnea y dos necesitaron un trasplante de membrana amniótica.
63 de estos casos tuvieron lugar en espacios públicos, por lo que consideran que la existencia de dispensadores públicos en lugares como restaurantes, centros comerciales o instalaciones deportivas suponen un riesgo para los niños pequeños.
Con esto no quieren decir que sean malos o que tengan que retirarse, sino que hay que extremar las precauciones cuando vayamos con niños pequeños, ya que estos dispensadores pueden estar colocados a la altura de los ojos de los más pequeños, por lo que al accionarlos pueden caerles encima.
Precauciones
Prioriza siempre el lavado de manos con agua y con jabón, tanto en niños como en adultos, y limita el uso de los geles hidroalcohólicos a las ocasiones en las que no puedas tener acceso a un lavabo.
No apliques este tipo de geles sobre zonas sensibles, irritadas o dañadas de la piel. Además, su uso continuado puede provocar daños e irritación en zonas sensibles.
Evita que este producto entre en contacto con los ojos y con las zonas mucosas y lleva cuidado si lo aplicas en formato spray, ya que puede tener un mayor alcance.
Supervisa siempre su aplicación en niños para evitar que se lo lleven a la boca o a los ojos. Si son mayores y llevan estos botecitos en sus mochilas a la hora de ir al colegio o de realizar actividades extraescolares y/o deportivas hay que explicarles que no se trata de un juguete e incúlcales un uso responsable.
Guarda los geles hidroalcohólicos fuera del alcance de los niños y mantenlos alejados del calor, como la exposición solar directa, radiadores o las llamas, y en un lugar que sea fresco y esté ventilado.
La OCU considera un riesgo adicional el elevado grado de alcohol que llevan en su composición. Según las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud o los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades debe ser de al menos un 60%.
En este sentido, lleva precaución y evita fumar justo después de haber aplicado el gel.
Cómo reaccionar en caso de incidente
La OCU considera que es «fundamental reaccionar con rapidez«. En el caso de que el gel haya caído sobre los ojos, deberemos aplicar agua corriente durante al menos 15 minutos, colocando el ojo debajo del grifo o utilizando la ducha. Si las molestias son intensas o persistentes, acudir al médico
Si el niño lo ingiere de manera accidental hay que llamar de inmediato al Servicio de Información Toxicológica, al 112 o acudir a urgencias.