La Torrealta revive el calvario de Cristo

La pedanía de Torrealta quedó anoche iluminada únicamente por las antorchas que portaban decenas de vecinos para revivir el Jerusalén de hace dos mil años. El Vía Crucis Viviente fue emotivo y especial porque este año cumple su vigésimo aniversario. Por ello, congregó a numeroso público durante las dos horas y media que se prolongó la representación. Las estaciones que se representan en puntos estratégicos del pueblo, la iluminación de las antorchas y la música en directo volvieron a imprimir una imagen singular por las diversas calles de la pedanía. Más de un centenar de vecinos salieron a la calle vestidos con trajes de época para revivir el calvario que tuvo que sufrir Jesucristo.

Una gran recreación de El Prendimiento ante los niños

La representación de El Prendimiento protagonizó el Miércoles Santo de Pasión jumillana. Por la tarde, como es tradición, la chiquillería se agolpó en la Plaza de Arriba, donde tuvo lugar la puesta en escena de este drama sacro, donde Jesús es tentado por Lucifer, antes de la traición de Judas. Ya por la noche, tomó el testigo la Procesión de Jesús Prendido, con sus diez hermandades.

Catorce pasos lucieron en la Procesión General

La Procesión General de Miércoles Santo sacó a las calles sus catorce pasos, que recorrieron el casco antiguo. Resultó llamativo el conjunto de la Coronación de Espinas, con la obra del cordobés Romero Zafra.

Vestidas de riguroso luto por el casco antiguo

La procesión del Silencio de Totana se dejó sentir por las calles del casco antiguo, con centenares de mujeres ataviadas con el traje de Manola. El cortejo se realizó con la iluminación de la vela que portaba cada una de ellas. Desfilaron los pasos del Santísimo Cristo de la Agonía y Nuestra Señora de La Esperanza.

Nueve tronos encabezados por El Prendimiento

El Cristo del Prendimiento, del paso encarnado, abrió el cortejo procesional en la noche del Miércoles Santo en Caravaca. En total participaron nueve tronos, tres de ellos fueron portados a hombros por niños. La comitiva partió de la antigua iglesia de La Compañía y, tras recorrer las calles, regresó a esa misma parroquia.