El mal tiempo obliga a celebrar el vía crucis de la Sangre en el interior de la Basílica de Cieza

Dicen que el sentimiento cofrade se exterioriza aun más ante las adversidades, y a tenor de lo que ayer sucedió en Cieza bien se podría hacer cátedra de esa afirmación. La predicción meteorológica había llevado por el filo de la navaja durante todo el día a los nazarenos del Santísimo Cristo de la Sangre, que por la noche debían lucirse en el vía crucis penitencial que solo había faltado a su cita en sus 23 años de historia en tres ocasiones: una de ellas por lluvia y las otras dos por la pandemia del coronavirus.

Finalmente, y a pesar de que se esperó media hora más del inicio, fijado inicialmente de las nueve y media de la noche, la amenaza de lluvia impidió que la impresionante talla del sevillano Luis Álvarez Duarte tomara las calles ciezanas. Los hermanos de la Cofradía de Santa María Magdalena y cientos de vecinos se refugiaron en el interior de la Basílica, donde sí se desarrolló el vía crucis con el rezo de las catorce estaciones.

El templo ciezano se impregnó de ambiente procesionista y durante algo más de una hora, el consiliario de la Junta de Hermandades Pasionarias, José Antonio García, leyó los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde que fue hecho prisionero hasta su muerte en la cruz y posterior resurrección. Entre estación y estación, sonó una marcha procesional interpretada para la banda de Los Revoltosos.

El Santísimo Cristo de la Sangre es una talla que participó por primera vez en los desfiles de la Semana Santa de Cieza en el año 2001, creando asimismo la procesión del mismo nombre. Lo esculpió Luis Álvarez Duarte y desfila sobre un trono realizado ese mismo año por Antonio Ibáñez Valles.

Durante sus años de existencia, son muchos los vecinos que acompañan a la imagen durante todo el recorrido, sumándose al rezo de las catorce estaciones. Sin embargo, la mayoría opta por apostarse sobre una de las estrechas y angostas calles por las que discurre. Una hilera de nazarenos portando cirios precede al Crucificado, contemplándose todo el conjunto de manera especial entre las calles Cadenas y Barco. Posteriormente, el trono a traviesa casi rozando la fachada de las casas por la calle de la Hoz, desembocando en la Plaza Mayor, donde vuelve a introducirse en la Basílica.

Uno de los acontecimientos cumbre de la Semana Santa de Cieza, declarada de Interés Turístico Internacional, es el acto del Prendimiento que tiene lugar este Martes Santo. Los tronos irán discurriendo por delante de la fachada principal de la Basílica mientras un grupo de narradores va leyendo un antiguo texto que describe este bíblico momento. El último en desfilar es Nuestro Padre Jesús Nazareno, que es prendido por los romanos y encaminado hacia la Cruz.

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