Dieciséis corales al paso del Cristo del Refugio
Los Parrandbolerosse suman por vezprimera a la procesión del Silencio que parte de San Lorenzo tras el cortejo 'colorao' de la Soledad
La Cofradía del Santísimo Cristo del Refugio, que preside Ignacio Sánchez-Parra Servet, partirá de San Lorenzo a las 22 horas, si el tiempo lo permite, y hará aún más sentida esta estación de penitencia, tras dos años de pandemia, recorriendo el centro de la ciudad entre los cánticos de las corales.
LA MÚSICA
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Eschola Gregoriana. En el interior de la parroquia.
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Coral Discantus. Actuará a la salida de la procesión.
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Cantores de María. En la calle de la Merced.
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Orfeón Fernández Caballero. Plaza de Santo Domingo.
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Orpheus Music. Plaza de Santo Domingo, junto a la iglesia dominica.
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Auroros del Carmen del Rincón de Seca. Banco Santander.
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Coro San Andrés y Santa María de la Arrixaca. En las Cuatro Esquinas.
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Coral Alberca. En el Casino.
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Tuna de Magisterio. Plaza de la Cruz.
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Grupo de Pasión. Plaza Belluga.
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Canticorum Yúbilo. Palacio Episcopal.
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Los Parrandboleros. Calle Apóstoles.
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Auroros del Rosario de Rincón de Seca. Plaza Apóstoles.
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Coro San Antolín. Rincón de Pepe.
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Coral Benedictus. Plaza Raimundo González.
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Alicia Sánchez. Plaza Cetina.
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Orfeón Fernández Caballero. De nuevo al entrar.
Visten los cofrades túnica de raso morada y negra, con guantes de color lila. Sobre pecho y espalda lucen escapulario de bronce. Procesionan un solo paso, el del Santísimo Cristo del Refugio, obra del siglo XVII. Los cofrades guardan silencio desde el momento en que bajan su capirote sobre la cara en sus hogares. No pronunciarán ni una palabra, según el voto que realizan. Las luces de la ciudad se apagan al paso de la procesión para que solo brille el parpadeo de las velas.


Y la Soledad
Antes, a las 18.30 horas, partirá desde la arciprestal de El Carmen la procesión de la Soledad del Calvario, que organiza la Archicofradía de la Sangre y que saca tres espléndidos tronos: el Cristo de la Redención, el Cristo del Amor en la conversión del buen ladrón y Nuestra Señora de la Soledad en el Calvario, obra del genial Antonio Campillo. Será la única estación de penitencia que está gran cofradía, que preside Carlos Valcárcel, pueda celebrar tras la triste suspensión ayer de su histórico cortejo.