Vigilia marraja, un duelo transformado en esperanza

Conmemorada la Pasión y Muerte del Señor, un duelo transformado en esperanza nos empuja a desfilar al Santo Amor de San Juan en la Soledad de la Virgen en el Sábado Santo.

Acompañadas por nuestra Madre en este trance, recordamos a Jesús, en el sepulcro y después descendido al 'Limbo de los justos'.

En esta noche de vigilia recorremos las calles de Cartagena iluminándola con velas alejando así las tinieblas, en la esperanza de honrar su gloriosa Resurrección.

Seis monaguillas perfuman el camino de las penitentes con los incensarios repletos de aromas, como los llevados por María Magdalena y Salomé para embalsamar a Jesús en el sepulcro.

Con esta pasión y sobrecogimiento 56 mujeres y 6 niñas, salimos a esta procesión del Sábado Santo.

Difícil plasmar en palabras el sentimiento de las penitentes en la iglesia al escuchar 'Tambores del Santo Amor de San Juan, comiencen a tocar'.

Ahí empieza todo, con el silencio al formar en la nave de la iglesia, la luz de las velas en los hachotes, y el aroma del incienso que nos hace volvernos para admirar, por última vez, antes de salir a la calle a nuestra Madre, a María Magdalena y al discípulo amado, nuestro San Juan.

Conteniendo el aliento y alguna lágrima mezcla de alegría, nervios y devoción, sale el Santo Amor de San Juan en la Soledad de la Virgen.

Sonia Prieto Paredes. Penitente del tercio del Santo Amor de San Juan en la Soledad de la Virgen de la Agrupación de San Juan Evangelista.

La Virgen de la Soledad de los Estudiantes estrena en la procesión del Sábado Santo nuevas manos, recuperando la posición en actitud de rezo de estas, como primitivamente iba la Virgen de la Soledad. También incorpora unos nuevos pies tallados. La obra ha sido realizada por Pablo Espinosa Gómez.

Por otra parte, el tercio del Santo Amor de San Juan volverá a vestir los anteriores fajines negros con fleco rojo, en sustitución de los actuales.

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